Vox: ¿de baja por linchamiento o por linchar?
La piel fina no es monopolio de Francisco Serrano; los colectivos a los que ataca también pueden sentirse algo mal
El líder de Vox en Andalucía ha necesitado tomarse una baja por el linchamiento que ha sentido en las redes. Y podemos comprenderlo tan bien y con tanta empatía, que incluso podemos sugerir a su partido que tiene la ocasión perfecta para darle una pensada a sus mejores ideas y resituarse ante sus propios linchados. Entiéndanlo, la piel fina no es monopolio de Francisco Serrano, los colectivos que ustedes atacan también pueden sentirse algo mal. Que le hayan llovido las críticas por decirnos que la prostitución será a partir de ahora la “relación más segura” entre un hombre y una mujer (en vista de que las violadas conllevan riesgo de juicio y de que las sentencias las dicta la “turba feminista”) puede convertirse en la oportunidad que necesitaban.
Por ejemplo: la ministra Delgado fue insultada por otro líder de Vox como “tiparraca, embustera y p...”. Seguro que, a partir de ahora, tras el “linchamiento” de Serrano, pueden ponerse en su lugar y pedir al menos disculpas. Piensen también en los inmigrantes en general, a los que han atribuido la proliferación de manadas, aunque la pandilla del Prenda no pueda ser más autóctona. ¿Acaso no se sentirán estigmatizados por su acusación? Y piensen también en los miembros de la comunidad LGTBI a los que intentan desterrar junto al zoo.
Pero el problema de Vox no ha sido solo el linchamiento sufrido, pobres, sino la urticaria que genera en sus propios aliados. Como si fuera un colegio, hacen gamberradas a escondidas con sus amigotes de Vox, pero luego no juegan juntos en el patio. Nadie da la cara por ellos y eso debe ser duro. Por ello, como las buenas noticias nunca vienen solas, también estos cómplices tienen la oportunidad de resituarse.
Las nuevas autoridades de Madrid echaban tanto de menos el humo y los atascos que no han tardado en reabrir semáforos, suspender las multas en Madrid Central, además de cerrar los foros vecinales y hasta la Oficina de Derechos Humanos y Memoria. Qué buena oportunidad tienen el Partido Popular y Ciudadanos de replantearse, no el linchamiento ni la baja por linchamiento, sino la situación de los colectivos a los que agreden al aumentar la contaminación o eliminar los cauces de debate. Las condiciones impuestas por Vox para Madrid son puro linchamiento. Ojalá el supuesto linchado (y sus amigos cómplices) dejen de linchar.
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