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Basura en el abismo más profundo de la Tierra

El estadounidense Victor Vescovo se topa con una bolsa de plástico al romper el récord de inmersión en la fosa de las Marianas, a 10.928 metros

Victor Vescovo pilota el submarino DSV Limiting Factor en la Fosa de las Marianas en una imagen de un vídeo de Discovery Channel.Vídeo: REUTERS / REUTERS-QUALITY
Manuel Ansede

El multimillonario texano Victor Vescovo multiplica sus dólares invirtiendo en empresas en bancarrota y, en sus ratos libres, intenta batir récords imposibles. Presume de haber sido el duodécimo estadounidense en lograr “el Grand Slam de los Exploradores”, un reto que consiste en subir el pico más alto de cada continente, incluido el Everest, y en esquiar al menos 100 kilómetros para llegar tanto al polo norte como al polo sur.

El 28 de abril, sin embargo, Vescovo vapuleó a todos su rivales en esta extraña competición mundial que requiere agallas y, sobre todo, mucho dinero. A bordo de un submarino de 43 millones de euros, el empresario batió el récord de profundidad oceánica al sumergirse, según sus cifras, hasta los 10.928 metros en el abismo de Challenger, en la fosa de las Marianas, en el fondo del océano Pacífico al este de Filipinas. Es la primera persona que visita las llamadas cuatro esquinas de la Tierra.

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Tras 12 horas de inmersión en solitario, Vescovo regresó a la superficie, donde le esperaba Don Walsh, el mítico explorador estadounidense de 87 años que, en 1960, estableció el récord de 10.912 metros junto al suizo Jacques Piccard. Walsh aplaudió la nueva hazaña, lograda casi 60 años después de la suya. “Ha sido un impresionante tour de force”, reconoció.

El director de Titanic, el cineasta James Cameron, se convirtió en 2012 en el tercer hombre en posarse en la sima más profunda, pero solo alcanzó los 10.908 metros y, como el dúo de 1960, solo descendió una vez. La expedición de Vescovo, denominada Five Deeps, bajó cuatro veces entre el 28 de abril y el 5 de mayo. A juicio del empresario, esto facilitará que su submarino, bautizado Limiting Factor, sea certificado para su uso comercial. “Sentimos que hemos creado, validado y abierto una puerta para descubrir y visitar cualquier lugar, en cualquier momento, en los océanos”, ha celebrado Vescovo en un comunicado.

“Ha sido muy decepcionante ver contaminación en el punto más profundo del océano”, ha lamentado el explorador

El equipo científico de la expedición ha identificado al menos tres especies animales desconocidas para la ciencia, incluido un extraño crustáceo con un largo apéndice observado en el fondo del abismo de Challenger. Pero lo más sorprendente ha sido toparse, en este lugar ignoto y prácticamente inalcanzable, con porquería humana: una bolsa de plástico y envoltorios de caramelos, según ha detallado la BBC.

“Ha sido muy decepcionante ver contaminación de origen obviamente humano en el punto más profundo del océano”, ha afirmado Vescovo en una entrevista con la agencia Reuters. “No es una piscina gigante para verter basura, aunque se trate como tal”, ha lamentado el empresario, nacido en Dallas en 1966. Hace dos décadas, el submarino japonés Kaiko, dirigido por control remoto, ya detectó una bolsa de plástico en la fosa de las Marianas, a 10.898 metros de profundidad.

El próximo gran reto de Vescovo es la inexplorada sima de Molloy, que con sus 5.669 metros es el lugar más hondo del océano Ártico. Desde diciembre de 2018, el multimillonario texano ya ha tocado el fondo del Atlántico, del Antártico, del Índico y del Pacífico. Si supera el desafío de la sima de Molloy este agosto, Vescovo se convertirá en la primera persona de la historia que asciende a las cumbres de todos los continentes y desciende a los abismos más profundos de cada océano.

“Estamos abriendo unas cuantas botellas de champagne y cenando al fresco en la cubierta del barco”, escribió Vescovo en su blog el 8 de mayo, cuando se dirigía, junto a una tripulación de medio centenar de personas, hacia la isla de Guam, en el Pacífico occidental. Antes, publicó una fotografía que ilustra su obsesión con los récords. “Este soy yo con el piolet que me llevé a la cumbre del Everest en 2010 y al abismo de Challenger ahora. Es el primer piolet que va a la cumbre y al punto más profundo del mundo”, proclamó.

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Sobre la firma

Manuel Ansede
Manuel Ansede es periodista científico y antes fue médico de animales. Es cofundador de Materia, la sección de Ciencia de EL PAÍS. Licenciado en Veterinaria en la Universidad Complutense de Madrid, hizo el Máster en Periodismo y Comunicación de la Ciencia, Tecnología, Medioambiente y Salud en la Universidad Carlos III

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