¿Pueden encajar 44 tipos de pecho en un solo embudo de lactancia?
El análisis de una base de datos con miles de mamografías 3D ha determinado lo que muchas sospechaban: el círculo no es la mejor forma para un extractor de leche
Si uno se pusiera a investigar las tipologías que existen en la naturaleza, tarde o temprano conseguiría crear un mapa bastante exacto de las distintas posibilidades. Sería una tarea hercúlea y, sobre todo, innecesaria, al menos en lo que respecta a las formas que los pechos pueden tener durante la lactancia materna. Según la empresa suiza Medela, hay 44 tipos, y eso puede complicar el uso de los extractores de leche.
La compañía ha analizado en una novedosa base de datos de mamografías en 3D, que incluye miles de pechos reales, para comprender mejor las diferentes formas de los senos. Su objetivo, desarrollar un nuevo extractor de leche. Según un comunicado de la compañía, su estudio ha conseguido avanzar en la personalización del proceso de extracción e incrementar el volumen de alimento obtenido un 11%.
La clave, según ellos, está en modificar la clásica forma del cono que conforma el embudo de lactancia, que actualmente es circular. "El círculo perfecto no existe en la naturaleza", explica la investigadora de Medela Danielle Prime. "Aunque el embudo circular ha funcionado bien durante décadas, no se parece a ninguno de los pechos que me he encontrado en mis investigaciones", añade. Y las científicas no son las únicas que deben conocer bien la anatomía de los pechos.
"Estaba claro que no se trataba de la forma idónea para muchas mujeres. Por eso empezamos a plantearnos la posibilidad de que una forma y un ángulo distintos hiciesen que el proceso resultase más cómodo y quizás también más eficaz", afirma Prime. "Nuestra teoría era que incluso la ligera presión del embudo contra el pecho podría estar ralentizando el flujo de leche por los conductos galactóforos", que son los encargados de llevar la leche hasta el pezón.
El resultado del análisis de la base de datos con 44 tipos de pechos fue un cambio en la forma del embudo, que pasó a ser un óvalo de 105 grados. "Psicológicamente, cuando las madres se sienten cómodas y relajadas tienen más probabilidades de liberar la cantidad máxima de oxitocina, lo cual contribuye a la producción de leche materna. La diferencia entre introducir tu pecho en un círculo duro o apoyar suavemente sobre él un óvalo ligero y flexible cambia radicalmente la experiencia de extracción de la leche materna -la mejor que hay, según la OMS-. De hecho, nos sorprendió que muchas de las madres que participaban en los ensayos clínicos nos pidieran que les dejáramos llevarse el nuevo embudo a casa", concluye Prime.
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