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El Simon, la peonza y otros 12 juguetes de los setenta y los ochenta

Recopilamos juegos que triunfaban en décadas pasadas y que los niños de hoy pueden recuperar

La peonza es uno de esos juguetes que nos hacen viajar a un pasado sin videojuegos ni consolas.
La peonza es uno de esos juguetes que nos hacen viajar a un pasado sin videojuegos ni consolas.GETTY

La peonza, las canicas o el yo-yo parecen piezas de museo y en muchas ciudades la imagen de un grupo de niños jugando en la calle está casi extinta. Hoy los menores escogen otras formas para divertirse, y es que el avance imparable de las consolas y los videojuegos para móviles y ordenadores ha dejado en la obsolescencia algunos juegos con legiones de seguidores en los setenta o en los ochenta. Mientras que a finales del siglo pasado no había un hogar sin una Barbie o un Madelman, el pasado enero la Play Station 4 superó los 91 millones de ventas en todo el mundo.

A los padres que vean con preocupación la omnipresencia de las pantallas en la vida de sus hijos y quieran recuperar los juguetes tradicionales, en EL PAÍS Escaparate les proponemos rescatar del olvido  diversiones libres de componentes electrónicos. En esta lista hemos incluido desde pasatiempos para practicar al aire libre como saltar a la cuerda o bailar con el hula hoop hasta piezas como el cubo de Rubik que triunfaron entre los miembros de generaciones anteriores a los millenials. En definitiva, una selección idónea para los nostálgicos que piensan que cualquier tiempo pasado fue mejor que el actual.

Tradicionales para jugar en la calle

Saltar a la cuerda

Saltar a la cuerda era junto al fútbol o la rayuela una de esas actividades que antes tenían todo el protagonismo en los patios de los colegios. Es una actividad que se puede realizar en solitario o en compañía de amigos, cuando al son de alguna canción se va entrando y saliendo de una comba que cada vez gira más y más rápido y con la cual es difícil no enredarse. Este modelo tiene una longitud de 2,6 metros y presenta un acabado duradero y suave de algodón, además de un mango de madera de superficie lisa y textura clara.

Peonza de madera

Los que jugaron con una peonza de madera saben que a pesar de lo sencillo del juego daba para muchas variantes: hacerla rodar en la mano, lanzarla por detrás de la espalda o hacer que dé vueltas en distintas superficies. Esas son algunos de los trucos que después de haber aprendido a que dé vueltas con éxito se podían dedicar horas y horas de entrenamiento. Si quieres volver a recuperar estas habilidades o enseñárselas a tu hijo puedes hacerte con este paquete de doce peonzas de diversos colores.

Hula Hoop

Aunque los orígenes del hula hoop se remonta siglos atrás, fue en los años cincuenta cuando este juego se convirtió en un fenómeno de masas después de que una empresa estadounidense patentara un objeto que ya se usaba en la gimnasia para la pura diversión de los niños. Este célebre aro al que se le han dedicado canciones y alrededor del cual se han organizado concursos sigue siendo una buena forma de moverte y hacer ejercicio con o sin el ritmo de la música. El artículo que vende Amazon está hecho de plástico, tiene unas dimensiones de 80 centímetros y pesa 222 gramos.

Diábolo

Pese a tener un nombre algo siniestro, el diábolo se convirtió en un gran entretenimiento y permitió a los niños probar a ser malabaristas. De este juguete existen modelos con diferentes tamaños, materiales (de goma o de metal) y formas. Sin embargo, son los ejemplares que incorporan un eje de rodamientos los que facilitan movimientos más rápidos y la realización de trucos. Es el caso de este modelo de color rojo, que está fabricado con caucho y tiene unas dimensiones de 11 x 12 x 33 centímetros. El artículo, además, incorpora una práctica bolsa para de viaje.

Cometa

Por bien que siempre se necesite de la ayuda del viento, hacer volar cometas sigue siendo una de esas actividades perfectas para realizar cuando asoma el buen tiempo en primavera. Es cierto que es un juguete muy antiguo y que igual pierde atractivo ante la gran cantidad de consolas que existen en la actualidad, pero estos modelos seguro que llamarán la atención de los niños de hoy. Entre ellos pueden escoger entre un diseño de Disney (disponible en eBay por 7,90 euros), con Mickey Mouse entre uno de los protagonistas a escoger, u otros más cinematográficos como este de Star Wars (disponible en eBay por 7,50 euros) o este de la película Cars (disponible en eBay por 5,99 euros).Para los más nostálgicos, también les proponemos un diseño clásico.

Canicas

Lo bueno de las canicas era que cualquier terreno era idóneo para jugar unas partidas con los amigos, a los que se retaba para arrebatarles sus colecciones de estas pequeñas bolas de cristal. Coleccionarlas era casi un acto infinito, ya que existía una gran variedad de colores y formas. Para empezar de nuevo, si ya te deshiciste de las que te acompañaron en tu infancia, te proponemos este paquete con 200 piezas del mismo tamaño.

Juegos de mesa en familia o con los amigos

Tablero con Oca y parchís

A tres, a cinco o a diez victorias. Los retos de partidas de la Oca o el parchís con los amigos o la familia se podían eternizar tanto como el tiempo que se dispusiera para jugar. ¿Quién no ha soplado antes de tirar los dados y tener suerte para avanzar el máximo de casillas? A los que quieran recuperar estos dos juegos tradicionales les proponemos este tablero de 33 x 33 centímetros dos en uno que incluye a ambos, además de piezas y dados.

Hundir la flota

Es un clásico de la estrategia y también, por qué no decirlo, de la suerte. Esos dos componentes son los que te acercan a la victoria en Hundir la flota, una diversión ideal para los que siempre les ha gustado las batallas para recrearlas en casa sin violencia. Este mítico juego comercializado por Hasbro es una de las alternativas que más se jugaban antes de que aparecieran los videojuegos y está recomendado para niños a partir de los siete años.

Simon

Este juego electrónico creado por Ralph Baer y Howard J. Morrison en 1978 tuvo un enorme éxito en la década de los ochenta. Su sencillez y el desafío que suponía para la memoria visual y sonora de los participantes fueron seguramente una de las claves que impulsaron su popularidad. A pesar que con el paso del tiempo se incorporaron más efectos visuales y se añadieron más colores a los cuatro originales, aquí te proponemos el modelo clásico para que puedas volver a repetir la fórmula “Simón, dice”.

Cuatro en línea

Resulta tan sencillo de jugar que a veces en clase incluso se pintaba un tablero en un papel o una mesa para una partida rápida. El cuatro en línea es uno de esos juegos inmortales que nos remiten a un tiempo más reposado y de diversiones menos frenéticas. Este modelo de madera está fabricado para que lo puedas jugar durante mucho tiempo y de forma segura con fichas azules y rojas.

Los que llegaron para triunfar

Cubo de Rubik

Se calcula que desde la fecha de su creación en los años setenta, se han vendido más de 350 millones de unidades del cubo multicolor más famoso del mundo. Una cifra que da buena cuenta de la popularidad de un rompecabezas que te puede llevar días, semanas o meses para resolverlo (a no ser que veas alguno de los muchos tutoriales que existen en Youtube). Desde su éxito masivo en los ochenta, no existe casi ningún otro juguete de esta sencillez que ponga a prueba nuestras capacidades cognitivas.

Lego

A pesar que la pasión por los Lego sigue bien viva, como bien demuestra este artículo de Escaparate sobre los modelos inéditos que se han construido a partir de las creaciones de seguidores de la empresa danesa, su llegada a España en 1974 causó sensación. Desde entonces, estas pequeñas piezas se han convertido en el mejor alimento para los sueños arquitectónicos de millones de niños. Aunque hay infinidad de paquetes para reproducir edificios que existen realmente, te proponemos un pack con un amplio surtido de ladrillos en 35 colores diferentes para que puedas improvisar la creación que más te apetezca.

Yo-yo

Aunque no se conocen los orígenes de este curioso juguete, se especula con que en la Antigua Grecia ya lo usaban. Lo cierto es que se patentó en Estados Unidos en 1866 y desde allí desembarcó en España, donde se hizo enormemente popular en la segunda mitad del siglo XX. Para los jugadores expertos, este objeto te permite realizar vistosos trucos. Sin embargo, aquí te proponemos un modelo de madera más indicado para niños pequeños que se empiezan a familiarizar con el juguete.

Slime (versión casera del Blandi Blub)

Desde hace un tiempo ha vuelto con fuerza esa masa viscosa y de múltiples colores que ya triunfó en los ochenta bajo el nombre de Blandi Blub y con una apariencia en color verde. La nueva actualización de esta masa tiene una ventaja, ya que la puedes fabricar en casa. Sin embargo, si prefieres no aventurarte con recetas que proponen algunos youtubers en sus vídeos este paquete te permite hacer slime de forma muy sencilla en pocos pasos.

*Todos los precios de compra incluidos en este artículo están actualizados a 7 de marzo de 2019.

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