Damian Lewis, un británico en la corte de los espías
El protagonista de 'Homeland' se educó en el elitista colegio Eton y artísticamente con Shakespeare. Tras el éxito de la serie que le encumbró, vuelve a la televisión con otra de agentes secretos, pero de verdad
El sargento estadounidense Nicholas Brody, que ha sido rehén de los terroristas de Al Quaeda en Afganistán durante ocho años, regresa a su país, donde le espera su mujer, su hija y su antigua vida, que ya nunca será la misma. La pregunta que ahora se plantea es la siguiente: ¿Es Brody un héroe de guerra o durante su cautiverio se ha convertido en un agente secreto de los terroristas?
Este misterio fue el punto de partida de la exitosa y trepidante serie Homeland, y también el papel que introdujo al actor Damian Lewis, encarnando a Brody, en el estrellato de la pequeña pantalla, que ya es una de las Bellas Artes. Consiguió mantener al público en vilo durante varias temporadas, con una actuación enigmática que no dejaba saber al espectador si el personaje de Brody, ese tipo apuesto, pelirrojo, 100% occidental y con pinta de patriota de las barras y estrellas, estaba realmente del lado de los buenos o de los malos. Cuando todo apuntaba a una dirección, zas, había un vuelco que nos volvía a poner el cerebro patas arriba.
La novedad con Lewis (Londres, 1971) es que ahora vuelve a las pantallas con un docudrama en torno al mundo del espionaje, que tanto vivió dentro de la piel del protagonista de Homeland. El nuevo proyecto se llama Spy wars (Guerras de espías) y es una producción de A+E Networks. En este caso Lewis, en vez de estar metido en la harina clandestina, hará el papel de conductor del programa, que recorrerá los casos reales más señeros del espionaje de los últimos 40 años, con reconstrucciones de los hechos rodadas en Moscú, Londres o Israel y la colaboración de expertos y exespías de la CIA, el Mossad, el M16 o la KGB. El programa se presentará en abril en el MPITV, en Cannes, un importante mercado del desarrollo y la distribución televisiva.
Desde aquel secuestro (de ficción) en Afganistán Lewis ha sabido surfear con brío la ola de la oportunidad. Después de Homeland coprotagonizó con Paul Giamatti la serie Billions, en la que interpretaba a un tiburón de las finanzas, Bobby Axelrod. Un personaje que, como pudo saber el propio actor, era del gusto del entonces presidente Obama, que le dijo que ojalá todos los ejecutivos de los fondos de inversión fueran tan “fantásticos”. “Billions es una serie sobre el poder y ahora hay un millonario [Donald Trump] en la Casa Blanca. Nunca antes la política y las finanzas habían estado tan unidas”, declaró el actor a este periódico.
El ex presidente de Estados Unidos no es la única persona importante que conoce Lewis. Según relató el propio actor al periódico Today, se presentó en una ocasión bastante resacoso a una audición con el mismísimo Steven Spielberg para la serie que coproducía con Tom Hanks, Band of brothers. Con este último ya había tenido un buen casting, así que se corrió una buena y celebratoria juerga hasta las tres de la madrugada. Pero de buena mañana, a las ocho en punto, le dicen que Spielberg quiere verle cuanto antes. "Tres duchas, 17 tazas de café e iba temblando. Y Steven está allí, y ya tiene su cámara al hombro y luego me ofrecieron el papel, allí en la habitación. Fue genial. Fue un gran día", contó, divertido, Lewis. En Band of Brothers, una historia bélica sobre la Segunda Guerra Mundial, interpretó al capitán Winters, ya sin resaca.
Aunque su trabajo se ha hecho popular en productos estadounidenses, Lewis tiene buena raigambre británica, prueba de ello es que se educó en el elitista colegio Eton, donde han estudiado hasta 19 primeros ministros y muchos otros miembros de las clases altas de Reino Unido. Otra cosa muy británica es la de haberse curtido sobre las tablas en la Royal Shakespeare Company (antes, a los 16 años, había fundado su primera compañía de teatro). De hecho, fue haciendo la shakesperiana película Hamlet, de Sam Mendes, cuando Spielberg le echó el ojo por primera vez.
En 2007 se casó con la también actriz y también británica Helen McCrory, ganadora de un premio BAFTA, con la que tiene dos hijos de nombre cultureta: Manon y Gulliver. Han decidido seguir ambos con sus carreras laborales y compaginarlas con la paternidad: en ocasiones un actor o una actriz deja el trabajo durante seis o siete años para dedicarse a la crianza y cuando regresa no consigue rehacer su carrera. “Helen y yo tomamos la decisión de que, mientras estuviéramos presentes y atentos a nuestros hijos de la mejor manera, seguiríamos trabajando y no descarrilaríamos por completo nuestras carreras. Es una decisión difícil, pero necesitamos ganar dinero”, declaró Lewis al Evening Standard.
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