“Lo bueno de 'Homeland' es que en cualquier momento puedo morir”

Damian Lewis llegó el domingo al teatro Nokia como un novato, “con los ojos bien abiertos, un par de margaritas o incluso un whisky, sin pasarse” para quitar los nervios de su primera candidatura al Emmy por su trabajo en Homeland. “He tenido otras candidaturas a los Globos de Oro pero es mi primera a los Emmy así que no espero nada. Voy a divertirme y me doy por contento”, confesaba horas antes de ganar esa misma estatuilla por su retrato del soldado Nicholas Brody, héroe de guerra desaparecido en Irak y convertido en el terrorista que más ha fascinado a la audiencia estadounidense. Porque además de su Emmy (uno de los cuatro premios conseguidos por la serie), Homeland tuvo una media de 4,4 millones de espectadores semanales durante su primera temporada. “Y esa presión la notas en la sala de los guionistas”, sugirió con humor a su paso por Los Ángeles en este fin de semana de descanso y festejos antes de rodar los últimos episodios de la segunda temporada de la serie más comentada del año, esa que cuenta con el presidente de EEUU, Barak Obama, entre sus seguidores. “Digamos que se acabó el anonimato de la primera temporada, lo mismo que la incertidumbre. Y tras el éxito vienen los problemas. Lo bueno es que esta vez el público recibirá más por su dinero. Una película cada semana”, añadió el británico de 41 años.

Inspirada en la serie israelí Prisioners of War, la segunda temporada de Homeland da un salto de 6 meses en el tiempo y ambienta la mayor parte de sus dos primeros episodios en Beirut (rodados en Tel Aviv). Brody verá cómo se acelera su carrera política a posible candidato a la vicepresidencia estadounidense mientras continúa su lucha entre sus ideales y los del líder terrorista Abu Nazir (Navid Negahban). “También continuará su baile a lo Casablanca con Carrie”, adelanta en referencia a la también ganadora del Emmy, Claire Danes, en el personaje de la ahora ex agente de la CIA con problemas de bipolaridad, su némesis y a la vez la persona que mejor le entiende y ama. Un escenario peculiar para un personaje como Brody, que iba a morir al final de la primera temporada. “Y lo bueno de Homeland es que en cualquier momento puedo morir. Esto es un thriller. Pero de momento le he vendido mi alma a Showtime. Como si quieren hacer una secuela que se llame The Brody Bunch”, continúa bromista en referencia al canal de pago detrás de la serie.

Hombre de teatro y conocido por el gran público gracias a su paso por la serie Band of Brothers, Lewis sólo le encuentra un problema a su situación actual y son los largos meses que se pasa sin su familia, la también actriz británica Helen McCrory y sus dos hijos, Manon y Gulliver, de 5 y 4 años respectivamente. El rodaje en Carolina del Sur (EE UU) unido al mundo de conspiraciones y misterio de la serie sólo le lleva a la introspección, “y en mi caso ni es sano y encima es aburrido”. Ahora al menos tiene con quién hablar de la diatriba de ser actor y padre dada la futura maternidad de Danes (y su esposo Hugh Dancy). “Danesy, como la llamo, es increíble, pero ese será otro de los cambios de esta temporada. Que veremos a Carrie más y más delante de una mesa de despacho. Eso cuando no utiliza un doble de barriga”, desvela los secretos. En este ambiente de camaradería no falta un momento de reflexión sobre las tensiones políticas en la zona y la preocupación de que el realismo de la serie hiera sensibilidades. “Eso también me gusta de Homeland. Que nadie tiene miedo a tratar los temas de actualidad. Mi única condición fue que no quería que mi personaje fuera un extremista violento por el hecho de convertirse al Islam. Es lo único que me hubiera parecido irresponsable”.

Fox estrena la segunda temporada de Homeland el 7 de octubre a las 22 horas en VOS, y el 18 de octubre, en versión doblada, a las 21.30 horas. Dial 21 de Canal Plus.