Carmen Maura no se cree a la mitad de las actrices que afirman haber sido violadas
La actriz, que confesó hace años haber vivido ella misma este abuso, cree que las denuncias se están exagerando y considera humillante para las mujeres la discriminación positiva
Carmen Maura nunca se ha callado y su sinceridad le ha granjeado amores y odios por partes iguales en el panorama cinematográfico español. En los últimos meses, la protagonista de Las brujas de Zugarramurdi o Mujeres al borde de un ataque de nervios, ha desgranado buena parte de sus verdades personales y profesionales en un documental llamado ¡Ay, Carmen! en el que hablaba de su familia, sus amigos y sus idas y venidas con Pedro Almodóvar.
Ahora es una entrevista la que vuelve a ponerla en la palestra, puesto que reflexiona, y no precisamente para dejarlos bien parados, sobre el movimiento MeToo o de la discriminación positiva, que considera "humillante". En una charla con el suplemento XL Semanal del pasado domingo, la actriz, de 73 años, hace ver mediante sus declaraciones que el feminismo es una exageración y que la sensibilidad es demasiado fina, y también opina que buena parte de las actrices que han hablado de sus abusos sexuales han mentido.
"Que de repente se apunte todo el mundo a decir que las han violado… Pues que lo hubieran dicho antes. La verdad es que a la mitad de ellas no me las creo, sinceramente", ha opinado Maura sobre los casos de acoso sexual que llevan sacudiendo al mundo del espectáculo desde hace más de un año. Ella, que también ha contado que fue violada y lo duro que fue el proceso posterior, en cambio, prefiere no hablar del asunto en lo personal: "Ese tema me tiene frita ya, me cansa hablar siempre de lo mismo porque, además, ni siquiera es lo peor que me ha pasado en la vida".
Para ella, el movimiento MeToo es "una exageración". "Vamos a acabar con los tíos", opina. "Va a llegar un momento en que todos van a preferir ser homosexuales y nos van a dejar en paz", dice entre risas. "Me parece que todo está llevado a la exageración. Se está abusando tanto del tema que los tíos se están acojonando de una manera increíble. Ahora, un obrero no nos dice un piropo desde un andamio ni de coña", opina en el suplemento dominical.
Por ejemplo, afirma que hoy películas como Pepi, Luci, Bom... serían criticadas: "Habría manifestaciones en la puerta del cine y nos acusarían de machistas. Eso es una pequeña demostración de hasta qué punto no hay que pasarse". Algo similar piensa acerca de Pedro Sánchez y su gobierno, eminentemente femenino. "Cuando vi la foto de Sánchez, todo rodeado de chicas, me reí bastante: una cosa es una cosa y otra… pasarse", afirma, puesto que cree que "todo hay que hacerlo con un sentido de la medida".
"A mí no me gusta nada lo de la discriminación positiva", dice rotunda. "Eso de que obliguen a que haya diez chicas en tales puestos me parece humillante. A lo mejor incluso no tiene que haber diez, tiene que haber veinte, porque es lo que hace falta si no hay ningún tío mejor que ellas. No necesitamos cuotas, necesitamos que se nos escuche, se nos respete y se nos tenga en cuenta. La discriminación positiva me parece bastante humillante, siendo franca".
Maura asegura que cada vez es "más exigente" con sus trabajos. Además, también habla sobre las nuevas generaciones: "Las hijas de ahora son mucho más antiguas que nosotras. [...] Me alucina cómo mi hijo trata a mi nieta. Y las chicas que tienen ahora veintipocos... ¡son unas antiguas!". Maura, que vive junto a su miniyorkshire Rita a caballo entre su casa de Madrid y su apartamento de París, asegura estar encantada "de no estar enamorada y no tener que meter a ningún hombre en casa".
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