‘Gran Relator’
Más que a líderes discrepando legítimamente, yo ayer veía a nominados a abandonar La Moncloa y a candidatos al reingreso haciendo el pino en cueros


Hay días en los que el patio político parece un híbrido entre circo, reality y sala de estriptis. Por el desfile de acróbatas, friquis y gente en pelotas, digo. Ayer fue uno, y van unos cuantos en esta legislatura que discurre entre catástrofe y hecatombe continua. La aceptación del Gobierno de la figura de un “relator” en Cataluña nos regaló dos numeritos de dos divos del oficio, cada uno en su estilo. Primero, la vicepresidenta Calvo salía a escena con el rictus de hastío, el tonito de madre superiora y los ojos en blanco por dentro que se le ponen cuando tiene que explicar lo obvio a un auditorio de tarados que no se quiere enterar, ye-ye, de que nos quieren de verdad, ye-ye-ye-ye, e insiste en difamar con que su Ejecutivo dice digo donde dijo Diego. Que el relator no es un mediador ni un moderador ni un hombre ni una mujer ni bueno ni mala, sostuvo. Que el relator es alguien pero no es nada, vino a decirnos. Un florero. Un capricho caro de los indepes,como los de esas estrellas del rock que exigen rosas blancas y coca a espuertas en el camerino y si no se las pones, no vienen. Y quien dice que no vienen, dice que no te levantan la enmienda a los Presupuestos en vísperas del juicio. Eso no lo dijo, pero lo piensan muchos, incluidos varios de sus barones, que no se coscan de nada.
Luego, al lado de tanto comedimiento y santa paciencia, el show de Pablo Casado puso la épica que le faltaba a tanta lírica. Ardían las plaquetas oyéndole tachar a Pedro Sánchez de altísimo traidor, ególatra de libro y felón de toda felonía, mientras podía oírse el aguacero de sangre y el derrumbe de los pilares constitucionales extramuros. Lo dicho. Un pasote de piruetas. Como que una, más que a líderes discrepando legítimamente, veía a nominados a abandonar La Moncloa y a candidatos al reingreso haciendo el pino en cueros vivos pidiendo el voto a sus fans respectivos. Pero igual soy yo, que tengo la mente sucia.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma

Más información
Archivado En
Últimas noticias
Loquillo presume de leyenda con un electrizante ‘show’ en el Roig Arena
Un ataque masivo ruso deja sin electricidad un tercio de Kiev en vísperas de la reunión entre Trump y Zelenski
El Govern abrirá cuatro oficinas de atención ciudadana en 2026 y otras cinco móviles
El temporal sigue activo en Cataluña y pone al límite el caudal de los ríos en Girona
Lo más visto
- Acuerdo en Villamanín por el Gordo sin repartir: la comisión de fiestas cede más de dos millones por la paz del pueblo
- Junqueras avisa de que la recaudación del IRPF es “imprescindible” para negociar los presupuestos de Sánchez e Illa
- Maisa Hens, cantante: “Gracias al anuncio de El Almendro no tuve que volver a hacer un ‘casting”
- Timothy Morton, activista: “Estados Unidos es un gigantesco campo de concentración”
- El PP de Ayuso veta la comisión de investigación que pidió Más Madrid para el hospital de Torrejón






























































