13 hombres valientes que rompieron la alfombra roja de los Goya 2019

La edición número 33 de los Premios Goya ha sido también la de la alergia al aburrimiento, al menos en términos de moda masculina. Aunque la etiqueta no escrita de los premios, como evento de gala, exige que los hombres vayan vestidos con esmoquin o, al menos, con traje formal, muchos de los asistentes han sabido desplegar recursos para llamar la atención sobre la alfombra roja. Hay bordados, colores inusuales, prendas inesperadas, firmas independientes, looks de pasarela, moda española e incluso una inesperada incursión de la joyería de lujo. A continuación, los más valientes.

Miguel Ángel Muñoz, el audaz

Dolce & Gabbana, una firma habitual en las alfombras rojas, vistió a varios de los hombres más esperados de los Goya, como Alex González y Álvaro Cervantes. La palma, en términos de audacia, se la llevó Miguel Ángel Muñoz (Madrid, 1983) con este modelo en jacquard plateado, uno de los últimos éxitos de la firma milanesa, que esta temporada revisita la iconografía heráldica en clave millennial. El estampado no es apto para todos los públicos, igual que la chaqueta cruzada, el botón joya o los slippers negros, pero Muñoz lo defendió con convicción y fue hecho un pincel.

Aldo Comas, la flor de la ayahuasca

El polifacético Aldo Comas (Barcelona, 1985), cuando se trata de alfombras rojas, siempre es fiel a dos personas: a su esposa, Macarena Gómez, con quien suele ir a juego, y a la firma barcelonesa Avellaneda, que le ha vestido en muchas de sus apariciones públicas más memorables. No en vano fue uno de sus primeros clientes, y también uno de los más audaces. En esta ocasión, el aparente clasicismo de su propuesta (un esmoquin color marfil) perdía toda inocencia gracias a su inspiración, la flor de la ayahuasca, que también era el punto de partida de sus slippers, diseñados por el propio Comas en colaboración con la firma Morato. “El cine es la mejor droga”, afirma Juan Avellaneda. La moda también.

Brays Efe, de colorines 'tecno'

¿Se imaginan a la estrella de Paquita Salas y Tu cara me suena vestido con un esmoquin clásico azul noche? Nosotros tampoco. Y, por suerte, Brays Efe (Gran Canaria, 1988) repitió su firma fetiche, Outsiders Division, la marca para la que se subió a la pasarela madrileña la pasada temporada. Su traje oscuro de rayas multicolores, entre Mondrian y tecno, se completaba con camisa blanca, corbata roja y botas deportivas.

Eduardo Casanova, el escotazo

Casanova (Madrid, 1991) llegó, como él mismo dijo a los micrófonos de Televisión Española, presumiendo de pecho forjado a base de gimnasio. Y lo hizo acompañado por un look de Balmain, una de las firmas que mejor entiende la obsesión atlética de la generación millennial. El conjunto, con blusa abierta, pantalón entallado, botines y chaqueta abierta con correas, era toda una declaración de intenciones en clave rock. ¿Es Casanova nuestro Timothée Chalamet, estilísticamente hablando? Podría ser.

Jan Cornet, lo interesante está bajo la chaqueta

Aparentemente, el esmoquin que llevaba el actor de El barco y La piel que habito, Jan Cornet (Barcelona, 1982), era un modelo más o menos clásico, oscuro y entallado, como mandan los cánones de la sastrería contemporánea. Lo interesante, sin embargo, estaba bajo la chaqueta, en una camisa sin apertura ni botones a la que iba prendida la pajarita, a modo de suéter. ¿Un trampantojo fashion? No, un diseño de Morante, la firma de moda fundada por Juan Carlos Morante, y que nos ha dado grandes alegrías en anteriores ediciones de los Goya.

Juan Diego, un veterano que hace lo que le da la gana

La veteranía se lleva en los Goya de este año, especialmente en las categorías de mejor actor. Juan Diego (Sevilla, 1942), veterano entre los veteranos, jugó la carta de la experiencia para prescindir de esmoquin y presentarse con un traje azul, camisa con cuello abierto y sin pajarita ni corbata.

Coque Malla, con ¿un kimono-esmoquin?

Lo que lleva el cantante Coque Malla (Madrid, 1969) es, aparentemente, un esmoquin. Pero si uno se fija en el tejido, de seda, en las solapas aterciopeladas y en el cinturón de raso que asoma bajo la chaqueta, las dudas se despliegan: es un kimono-esmoquin, un kimono a secas, un esmoquin de seda, un albornoz deluxe o, en cualquier caso, una prenda complicada pero con la que Coque Malla, nominado por la canción de Campeones, reivindica su alergia a la etiqueta y constituye una felicísima excepción al slim fit predominante.

Los cómicos, como buenos caricaturistas, son gente con un talento innato para saber qué rasgo exagerar para provocar un efecto de expresión. Y eso es lo que hacen, en cierto modo, los dos chanantes (y presentadores de la gala de los Premios Goya de 2018) con dos trajes correctos, pero levemente exagerados. Sevilla (Albacete, 1978), con una pajarita extragrande que busca casi un efecto cómico. Y Reyes (Albacete, 1974), aficionado a la moda y a la sastrería de inspiración retro, con un esmoquin en tejido de cuadros a juego con el tono de sus calcetines.

Javier Gutiérrez, demostrando que el esmoquin no siempre es anodino

El nominado a mejor actor por Campeones, Javier Gutiérrez (Asturias, 1971), acudió con un esmoquin rojo de Paco Varela, un diseñador de moda afincado en Madrid que saltó a la primera plana cuando vistió a Alfred en su participación en Eurovisión 2018, y que en esta edición de los Goya viste también a David Broncano y Berto Romero, con sendos esmóquines con toques de color. El premio se lo lleva sin embargo Gutiérrez, con un color rotundo que llega hasta las solapas, y que demuestra que un esmoquin no tiene por qué ser anodino.

Paco León, con joyería de lujo

La clave del look de Paco León (Sevilla, 1974), que en anteriores ocasiones ha vestido de Avellaneda o García Madrid, no está tanto en su traje, un esmoquin de chaqueta cruzada a medida firmado por Lander Urquijo, como en el broche que luce en la solapa, una pieza de Bulgari que rompe con la maldición que dice que los hombres no pueden lucir joyería de lujo.

José Guirao, un ministro de Cultura con diseño arriesgado

Que todo un ministro de Cultura (en este caso José Guirao -Almería, 1959-) vista moda española ya es una novedad por la que habría que felicitarse. Que además sea un diseño arriesgado y con personalidad propia es una feliz excepción que, en este caso, lleva la firma de Ana Locking, autora de este traje.

Pedro Almodóvar, elegante sin llevar lo de siempre

Pedro Almodóvar (Ciudad Real, 1949) prescindió de esmoquin, pero no de elegancia: con traje negro de tejido ligero, jersey de punto de cuello cisne y zapatos derby del mismo color, demostró que se puede vestir de maravilla en una alfombra roja sin slippers, solapas de raso ni pajaritas.