¿Un salero hecho con un botón? La línea de Hermès de objetos cotidianos fabricados con retales de lujo
O una tetera-joyero. El proyecto Petit H transforma los retales de los talleres de la 'maison' en ingeniosos juguetes para adultos
Godefroy de Virieu tiene una forma corta de explicar en qué consiste Petit H, el proyecto que dirige en la casa parisina Hermès ("es un laboratorio creativo"), y otra larga: "Imagínate un ebanista que utiliza los pedazos de madera que le sobran para fabricar objetos pequeños y simples. Eso es más o menos lo que hacemos aquí".
La diferencia es que la materia prima en Hermès no es solo madera, sino piel de calidad, sedas estampadas y materiales lujosos de todo tipo. Cuenta De Virieu que él mismo ha creado varios de estos objetos: por ejemplo, un billetero que elaboró a partir de un retal de piel de cocodrilo, o unos collares tubulares de seda estampada: "Un día pregunté a un maestro plisador si podía crear algo tridimensional. Me dijo que nunca lo había intentado, así que probé por mi cuenta: enrollé seda alrededor de tubos de plástico como los que se emplean en las instalaciones eléctricas y la metí en una vaporera. Cuando la saqué, la seda había adquirido forma de tubo".
La clave está en potenciar los gestos simples. "Hoy todo está desmaterializado, y estos objetos nos devuelven a lo físico, a lo táctil, con algo de infantil y de doméstico". Fieles a su naturaleza experimental, se exponen en instalaciones efímeras, pero están a la venta para cualquiera que quiera un objeto cotidiano elevado a la categoría de arte.
La evolucion de una empresa familiar
El diseñador Godefroy de Virieu es desde 2018 director creativo de Petit H, pero no es un recién llegado a la maison. Antes, trabajó durante años junto a Pascale Mussard, la tataranieta de Thierry Hermès e impulsora de este laboratorio creativo de Hermès. "Petit H no surge del marketing ni de la estrategia, sino como un paso lógico en una empresa familiar", recuerda. De ahí que los objetos que produce sean de todo tipo: desde una escultura hasta un pequeño salero. "Las piezas que más me fascinan no son las más imponentes, sino las más sencillas".
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