El efecto abanico
Cuanta más información se acumula sobre un mismo tema, más se tarda en procesarla… ¿O no?
Nos preguntábamos la semana pasada, en relación con la escasa conductividad térmica del aire, si es más fresca una camiseta de manga corta o una camisa de manga larga. Y la sorprendente respuesta es que, a igualdad de tejido, la camisa es más fresca, pues al ser más holgada, el aire circula mejor entre la tela y la piel y se lleva el calor corporal por convección. Por el contrario, la camiseta, al estar ceñida al cuerpo, retiene una fina capa de aire que hace de aislante. De hecho, la típica camiseta de tirantes que muchos hombres llevan debajo de la camisa cumple precisamente la función de evitar cambios bruscos de temperatura en torso y espalda, con objeto de prevenir resfriados, lumbalgias y otras molestias.
Por la misma razón, dos mantas de un centímetro de grosor, una encima de otra, abrigan más que una manta de dos centímetros, pues la capa de aire atrapada entre ambas contribuye a retener el calor como una tercera manta.
Un jersey sirve de poco dentro del agua, pues, al contrario que el aire, el agua es buena conductora térmica, y aunque la lana dificulte la circulación del agua en contacto con el cuerpo, el calor escapa rápidamente por conducción.
Y, sí, en caso de apuro un periódico puede protegernos del frío, si desplegamos varias hojas entre dos capas de ropa, o entre la ropa y la piel, o entre la colcha y la sábana de una cama precaria. Los motoristas y los ciclistas a veces se protegen el pecho de esta manera, para evitar el enfriamiento debido a la rápida renovación del aire provocada por la corriente frontal.
En cuanto al botijo, abanicarlo o enfocar sobre él la corriente de un ventilador favorecerá la evaporación del agua que impregna su cuerpo de barro poroso -y por ende aumentará la refrigeración del agua- de dos maneras: por una parte, renueva el aire que lo rodea y, por otra, el efecto Venturi hace disminuir ligeramente la presión del aire incidente, lo cual también favorece la evaporación.
Y hablando -una vez más- del efecto Venturi, ayer mismo, mientras tomaba una infusión muy caliente delante de la chimenea, me beneficié de él de dos maneras. ¿Cómo?
El saber ocupa lugar
No se puede hablar de efectos y de abanicos sin mencionar el “efecto abanico”, que no tiene que ver con la refrigeración, sino con la teoría de la información y la cognición. Se denomina efecto abanico al hecho de que manejar una mayor cantidad de datos sobre un mismo asunto supone un incremento en el tiempo de reconocimiento de la información relevante en relación con dicho asunto. Parece lógico que se tarde más en procesar una mayor cantidad de datos; pero esto nos lleva a una conclusión paradójica, puesto que…
¿Qué paradoja conlleva el efecto abanico, y por qué se denomina así?
Carlo Frabetti es escritor y matemático, miembro de la Academia de Ciencias de Nueva York. Ha publicado más de 50 obras de divulgación científica para adultos, niños y jóvenes, entre ellos Maldita física, Malditas matemáticas o El gran juego. Fue guionista de La bola de cristal
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.