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3.500 Millones
Coordinado por Gonzalo Fanjul y Patricia Páez
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Gracias, Ashoka

El referente mundial en innovación social reconoce el trabajo de la Fundación porCausa

Gonzalo Fanjul
El autor, en pleno discurso de agradecimiento. Los tonos oscuros (y las fotos de lejos) estilizan mi figura.
El autor, en pleno discurso de agradecimiento. Los tonos oscuros (y las fotos de lejos) estilizan mi figura.XABI MURUA

Emprender –concebir una buena idea, encontrar financiación semilla para ponerla en marcha, montar un equipo, sobrevivir al primer año (y al segundo y al tercero)– no es tarea fácil. Cuando se trata de start-up sociales, orientadas a innovar en temas complejos de interés común, la misión es mucho más complicada. Y si además decides embarrarte en el debate público sobre asuntos radioactivos como el de las migraciones, entonces el emprendimiento se convierte en un doble salto con cocodrilos de fondo.

Doble salto o no, esto es exactamente lo que hemos intentado con la Fundación porCausa a lo largo de estos últimos cinco años. Y el hecho de que Ashoka –el referente mundial en innovación social– lo reconociese ayer incorporando nuestro proyecto a la lista de Innovadores Sociales 2018 nos emociona más allá de lo que pueda explicar en estas líneas.

Con su reconocimiento, Ashoka envía a la sociedad y a la comunidad de emprendedores sociales un mensaje simple: la desinformación constituye una forma sutil pero devastadora de injusticia social. Cuando permitimos que un debate público medular como el de la movilidad humana caiga en manos de mediocres y mentirosos, alimentamos el populismo y la impunidad, impedimos la búsqueda de soluciones y perpetuamos el ciclo de muerte y sufrimiento en el que se ha convertido nuestras fronteras.

Ante esto, debemos hacer algo más que denunciar.

La filosofía de la innovación social es no limitarse a reaccionar, sino atacar con voluntad y creatividad la raíz de los desafíos sociales y medioambientales. Aunque eso supongo caerse cien veces y levantarse de nuevo. El día de ayer reunió en Madrid a varias decenas de individuos, organizaciones y escuelas que reconciliarían a cualquiera con este mundo nuestro tan alterado. Solo los dos compañeros –Oriol Vilalta y Helena Puig– y las cuatro escuelas que recibieron la distinción con nosotros este año merecerían cualquier aventura juntos. Es un orgullo ser parte de ellos. Gracias, Ashoka. Gracias a todos ustedes por apoyar nuestro trabajo.

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