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Este es el monumento más joven de Holanda

El arquitecto Mart Van Schijndel se construyó una casa en 1999 que ya forma parte del legado histórico de Utrecht. Hablamos con su viuda y descubrimos por qué

El triangular salón de la Casa Van Schijndel, cuyas dos paredes son paneles de cristal. No hay más muebles que un piano, unas sillas de Rietveld y prototipos del arquitecto.
El triangular salón de la Casa Van Schijndel, cuyas dos paredes son paneles de cristal. No hay más muebles que un piano, unas sillas de Rietveld y prototipos del arquitecto.Theo Baart

El comité de expertos historiadores y conservadores no esperó siquiera a que saliera en las guías de viajes. La casa del arquitecto Mart van Schijndel (1943-1999), en Utrecht, fue declarada monumento el mismo año de su muerte, tan solo tres después de que hubiera terminado de diseñar su cocina y algunos de los muebles a medida. Aún hoy, sigue siendo el edificio más joven de Holanda que ostenta este reconocimiento institucional.

A escasos 200 metros de la Catedral de San Martín, en el número 8 de Pieterskerkhof, se empezó a construir en 1992, sobre un viejo almacén de cristales de los años ochenta, la que sería la casa particular del arquitecto Van Schijndel, heredero de las corrientes del Movimiento Moderno de su maestro Gerrit Thomas Rietveld (1888-1964). Tres fachadas, dos internas y una exterior, conforman esta construcción que recoge las dos obsesiones formales del holandés: el triángulo y la luz.

“La luz fue de crucial importancia en el diseño de la casa, pues el solar era muy complicado al estar cerrado por los vecinos en todos sus lados, la casa no tiene vistas al exterior –la fachada externa pertenece a otra propiedad–, había que conseguir que entrara luz natural a través de los dos jardines de un patio amurallado”, cuenta Natascha Drabbe, viuda del arquitecto que aún da uso a su residencia en Utrecht.

Exterior de uno de los patios , cuyos paneles cambian de color con la luz. Al fondo, la silla Fulfil del arquitecto.
Exterior de uno de los patios , cuyos paneles cambian de color con la luz. Al fondo, la silla Fulfil del arquitecto.Luuk Kramer
Patio oeste desde el que se puede ver la forma triangular del salón y el diálogo entre ambos espacios abiertos.
Patio oeste desde el que se puede ver la forma triangular del salón y el diálogo entre ambos espacios abiertos.Imre Csany

Para solucionar el encierro del terreno trapezoide a construir, sin fachada al exterior, Van Schijndel creó una base triangular en el que dos de sus lados estaban abiertos como zonas verdes privadas y la tercera era la vivienda del vecino. “Al contrario de otras casas, aquí la perspectiva disminuye al entrar”, añade la viuda. Este triángulo interior sobre el que la casa gira es hoy un salón acristalado con paneles de cristal de 2,3 metros de altura a ambos lados y un cierre de ventanas similar al que incluyó Rietveld para su mítica casa de 1924 también en Utrecht –con encaje de ángulos de 90 grados–. “Mart dijo en una ocasión que él esculpió la luz en esta casa; siempre está cambiante y entretiene proyectando sombras, creando reflejos, suavizando el entorno o haciendo contrastes”, añade Drabbe sobre lo que se proyecta tras estos dos jardines acristalados.

El baño tiene los lavabos triangulares, suelo de granito y hasta un solárium (izda.) que sirve de almacenaje.
El baño tiene los lavabos triangulares, suelo de granito y hasta un solárium (izda.) que sirve de almacenaje.Luuk Kramer
A la izquierda, las dos butacas Utrecht de Rietveld, frente al piano que usaba el arquitecto con un de sus jarrones The Delta Vase.
A la izquierda, las dos butacas Utrecht de Rietveld, frente al piano que usaba el arquitecto con un de sus jarrones The Delta Vase.Imre Csany

La casa Van Schijndel (visitable previa cita), que forma parte del club internacional de Iconic Houses –la directora de esta asociación es la propia Natascha– recoge muchos de los recursos estéticos del legado del arquitecto. Desde las juntas de silicona en las puertas de cristal que ya experimentó el creador en su jarrón The Delta Vase, al uso del aluminio en saneamientos y estanterías. Así, el baño funciona como un puzle con lavabos triangulares –por supuesto– en el que todo encaja entre paneles de cristal y piezas realizadas a medida, como el solárium con zona de almacenaje. Incluso cada pomo de puerta tiene su hendidura sobre la pared que golpea.

Granito sin pulir en el suelo, un único dormitorio en la segunda planta y escaso mobiliario; y el que hay es, en su mayoría, prototipos del propio Schijndel, desde su triangular lámpara de pie Slack I (1970) a sus sillas de aluminio Fulfil (1996). “En los muebles, Mart siempre prefirió trabajar con el triángulo porque tiene una parte delantera o trasera que hace que la pieza siempre se coloque en la posición correcta en relación con el entorno; con formas rectangulares a menudo tiendes a colocarlas de manera paralela a la pared; el círculo también tiene esta ventaja”, cuenta Drabbe.

El dormitorio, con estanterías diseñadas a medida por Van Schijndel y una cama con base de acero.
El dormitorio, con estanterías diseñadas a medida por Van Schijndel y una cama con base de acero.Luuk Kramer

El piano que usaba el propio arquitecto ocupa un lugar central, junto con dos butacas Utrecht de Rietveld y unas serigrafías de Le Corbusier. La austeridad holandesa se corona sobre unos muros que, aunque parecen blancos, tienen hasta seis tonalidades diferentes, del azul al verde. Colores casi imperceptibles para el ojo humano pero que, de nuevo, la luz los modifica hasta convertir a la casa en un lugar diferente según la estación del año. Como dice Natascha: “Cada edificio tiene sus caras, esta tiene varias”.

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