El triple salto mortal de Eva González
Casada con el torero Cayetano Rivera y madre de un bebé, la presentadora realiza un cambio "abismal" al pasar de 'Masterchef', un programa grabado, a 'La Voz', con galas en directo
Se muestra tan ilusionada como nerviosa ante el inminente estreno de La Voz, que ella, Eva González (Mairena del Alcor, Sevilla, 1980), será la encargada de presentar en la nueva etapa del talent show en Antena 3. Son “unos nervios sanos, que no hay que perder nunca porque dan vida. No siento presión, cuando se pone el corazón en algo no hay presiones”, puntualiza a EL PAÍS en conversación telefónica. Viene de conducir otro concurso de talentos durante cinco años, Masterchef, pero niega que pise sobre seguro con este proyecto. “Es un cambio abismal, partiendo de la base de que Masterchef se graba y La Voz tiene galas en directo. Eso sí, ya hice un programa musical en TVE y la música me gusta mucho, la gastronomía me pillaba más de nuevas, fíjate”.
A punto de cumplir los 38, Eva vive un año crucial en el que se cumplen 15 desde que ganó Miss España y se dio a conocer. “Nunca renunciaré a esa parte de mi vida, porque creo que por mí misma jamás hubiera entrado en televisión. Era algo totalmente desconocido y no me llamaba la atención. Fueron un cúmulo de casualidades que me llevaron a este medio. Hoy a esa chica de 23 le diría que hiciera lo que yo hice. Dejarme llevar por el corazón, porque hay caminos más fáciles para ganar dinero cuando eres famosa. Por mi personalidad y por la educación que me han dado mis padres, para mí es muy importante el trabajo y acostarme tranquila cada noche”. Siempre se ha mostrado orgullosa de no haber vendido su vida privada pese a su popularidad. Un tirón conseguido con su trabajo y también por sus relaciones con hombres tan famosos como Iker Casillas o Cayetano Rivera Ordóñez, con el que lleva tres años casada.
Estuvo grabando Masterchef hasta diez días antes de dar a luz al pequeño Cayetano, que hoy tiene siete meses. Mes y medio después de ser madre volvió a meterse entre focos y fogones para la edición infantil del concurso que aún no se ha emitido. De hecho este otoño podría verse a Eva González en dos cadenas de la competencia a la vez, la 1 y Antena 3. Encadenando trabajos no se planteó tomarse un tiempo sabático para cuidar al bebé. “En un futuro no sé si me arrepentiré, pero en aquel momento con los tiempos de grabaciones del programa si paraba suponía estar temporada y media fuera. No fue fácil, pero fue lo que decidí. Estos meses de ahora iban a ser de descanso, pero surgió La Voz así que nada, sin vacaciones”, comenta entre risas y se anima a hablar de su vida privada, algo a lo que es muy reticente. “Ser madre ha sido el cambio más importante de mi vida, ya te lo digo. No es fácil, tienes en tus manos una responsabilidad enorme pero muy satisfactoria. Solo pienso en estar con él, cuidarlo y que esté sano. Es duro porque no tienes tiempo para ti, ni para mirarte al espejo. No me refiero a la belleza, sino a que pasas a un segundo plano, o tercero, incluso cuarto”.
Respecto a compaginar el trabajo con cuidar a su hijo, es tajante. “Ahora digo mucho la gracia de que la conciliación son los padres, pero es que en mi caso son ellos de verdad. Tiro de mi madre, nos ayuda mucho a Cayetano y a mi. Por nuestros trabajos andamos mucho fuera, pero vamos, nosotros y cualquiera con cualquier otro trabajo”. Ser padres no les ha afectado como pareja. “Ni para bien ni para mal. Solo en el tema del tiempo. Ahora ni charlamos en el sofá por la noche, vamos directos a la cama porque estamos reventados. Pero no nos ha unido más ni tampoco distanciado en absoluto”, cuenta. Confiesa que le daría un patatús si su hijo quisiera ser torero, pero no quiere seguir hablando de un tema que le produce dolor, ya que ha vivido momentos difíciles como la grave cogida de Cayetano hace ahora un año en Zaragoza durante la feria del Pilar.
No echa de menos etapas pasadas de su carrera como sus trabajos de actriz en varias series —participó en 7 vidas, Los Serrano o La Tira—, “porque no tengo tiempo ni de pensar y además creo que soy muy mala actriz”, comenta de nuevo riéndose, y tampoco se plantea el futuro. “Cuando la vida me dio ese vuelco al ganar Miss España, en un momento en que tenía mi vida planteada en la universidad, y la moda era casi un hobby, pues mira, me hizo aprender a disfrutar el momento y ya está, porque nunca se sabe”. Se despide confesando cuáles son las voces que más le emocionan. “Alejandro Sanz siempre, y de ahora me gusta mucho Rosalía. A los españoles nos emociona el flamenco, y ella tiene ese toque de flamenco bonito, pero con un punto moderno que me encanta”.
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