_
_
_
_

El indescifrable enigma de Freddie Mercury

La película 'Bohemian Rhapsody' repasa la vida del vocalista de Queen y expone su soledad, sus excesos e incertidumbres

Rami Malek (izquierda) y Gwilym Lee, en los papeles de Freddie Mercury y Bryan May en 'Bohemian Rhapsody'.
Rafa de Miguel
Más información
La historia de ‘Montsy’ y Freddie
El miedo, la soledad y el estilo: cómo Rami Malek se ganó ser Freddie Mercury en el ‘biopic’ maldito
Fox despide a Bryan Singer como director del ‘biopic’ de Freddie Mercury

Hay algo engañoso y difícil de capturar en Bohemian Rhapsody, la canción de la banda británica Queen compuesta por Freddie Mercury para el álbum A Night in the Opera (EMI, 1975). Millones de personas conocen de memoria sus cambios de tono y ritmo, sus extravagantes coros y falsetes y el pegadizo riff de la guitarra de Brian May. Y sin embargo, cualquiera que intente hacerse con ella en una noche de alcohol y karaoke se enfrentará inevitablemente al fracaso.

Algo parecido les ha ocurrido a la mayoría de críticos de cine londinenses después de ver el estreno del biopic del mismo nombre. La categoría de leyenda de Queen, y especialmente de Freddie Mercury, había generado un doble engaño en la ansiosa espera de una película, accidentada en su rodaje y que ha tardado diez años en ver la luz. Los logros musicales del grupo son indiscutibles. La personalidad carismática de Mercury, con su trágico final víctima del SIDA, también.

Los ingredientes eran perfectos para una historia épica. El estreno ha dejado un regusto plano y prescindible. “Si la intención de este film era que salieras del cine y comenzaras a descargarte la increíble música de esta banda (y eso es efectivamente lo que hizo este crítico), lo han conseguido. Pero si esperaban algo más que una versión teñida de rosa del que podría haber sido uno de los biopics más interesantes y conmovedores de todos los tiempos, tengan cuidado: lo disfruté, pero esto no es la vida real, es más bien fantasía”, escribía el crítico James East en el diario The Sun, parafraseando en sus últimas palabras una de las líneas más famosas de la canción.

Freddie Mercury, en un concierto a finales de los ochenta.
Freddie Mercury, en un concierto a finales de los ochenta.Peter Still (Getty)

Solo se salva de la sensación de mediocridad generalizada el actor de ascendencia egipcia Rami Malek, que consigue personificar, si no el magnetismo de Freddie Mercury, al menos su explosividad en el escenario y su imagen inigualable. No así su voz. Han sido necesarias componendas en el estudio de grabación para poder transmitir una intensidad similar.

El primer actor elegido fue el cómico Sacha Baron Cohen —quién no ha pensado alguna vez en su asombroso parecido con Mercury—, pero desavenencias con los componentes aún vivos de Queen le hicieron abandonar el proyecto. Lo mismo pasó con Ben Wishaw, la segunda opción. También hubo cambio de director. Y todas estas vicisitudes llevan a la conclusión de que la película nunca acabó de tener una idea clara de lo que se quería contar.

Bohemian Rhapsody expone la soledad, los excesos y las incertidumbres de Mercury. Y su noviazgo, primero, y amor platónico después, con Mary Austin, que interpreta la actriz Lucy Bointon. El énfasis en ese amor, que fue real y se mantuvo hasta el final (Austin heredó la mansión y la fortuna del cantante) ha creado revuelo en las redes sociales: muchos han querido ver un intento de camuflar la homosexualidad de Mercury. La película no oculta, sin embargo, ninguna de sus pasiones, pero deja una sensación a la mayoría de los críticos de objetivo no cumplido. Podía extraerse algo más de aquel provocador que llegó a decir: “Soy capaz de acostarme con cualquier cosa, hombre, mujer o gato”.

Más bien se trataba de sacar nuevo rédito a un éxito que sigue prolongándose durante décadas. Una película “perfectamente adecuada”, escribía el crítico de la BBC. Y perfectamente prescindible, según el consenso del resto de expertos.

Rami Malek: de chico robot a estrella del 'rock'

A sus 37 años, el currículum de Rami Malek no es tan extenso como meteórico. Nacido en Los Ángeles (California) de padres egipcios, empezó su carrera con un papel secundario en series como Las chicas Gilmore (que se emitió en EE UU de 2000 a 2007) y Medium (de 2005 a 2009), y curiosamente su primer personaje en cine fue como faraón en Noche en el museo (2006). Su gran oportunidad llegó en 2015, cuando logró el papel protagonista para la celebrada serie Mr. Robot, en la que interpreta a un pirata informático, personaje por el que ganó un premio Emmy y cuya cuarta y última temporada estrenará en 2019. Su transformación en el gran Mercury supone un momento cumbre de su carrera. Un personaje con el que se siente identificado, como él mismo explicaba en una entrevista en la revista ICON: "Sé que nuestros hogares fueron diferentes, pero como hijo de familia de inmigrantes puedo entender a un joven nacido en Zanzíbar [Mercury], criado desde los dos años en internados en Bombay y forzado a emigrar a Londres. Sé lo que es hablar un idioma distinto y comer otra comida de puertas adentro. Sé lo que es ser diferente".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Rafa de Miguel
Es el corresponsal de EL PAÍS para el Reino Unido e Irlanda. Fue el primer corresponsal de CNN+ en EE UU, donde cubrió el 11-S. Ha dirigido los Servicios Informativos de la SER, fue redactor Jefe de España y Director Adjunto de EL PAÍS. Licenciado en Derecho y Máster en Periodismo por la Escuela de EL PAÍS/UNAM.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_