Mala Rodríguez habla de por qué no recomendaría “a nadie” entrar en OnlyFans: “No tenía ni idea de lo que era”
La primera artista en recibir un Grammy en la categoría de música urbana repasó su carrera y habló de momentos complicados de su vida en ‘Lo de Évole’


Este año es el 25º aniversario de Lujo ibérico, el primer disco de Mala Rodríguez (46 años, Jerez de la Frontera). Ella fue la gran primera rapera española y ganó dos Grammy Latinos en 2010 y 2013. Una carrera y una vida que repasó este domingo 9 de marzo en el programa de Lo de Évole. “Me puse a trabajar en una pastelería. Me retiré. No sabía lo que era ser una persona conocida”, dijo para explicar que el éxito le llegó demasiado pronto y que no supo gestionarlo. “Hay muy pocas mujeres en los carteles. Parece que he sido yo la única mujer que ha vivido en una sociedad machista. Todos vivimos en una sociedad machista”, respondió sobre la cantidad de veces que ella había sido la única mujer programada en un evento musical.
La Mala dejó muchos titulares a lo largo del programa, y todos muy personales. Contó que no conoce a su padre por odio y por rabia: “Dejó embarazada a mi madre y ella era menor. Le tengo un poco de coraje”. Precisamente, explicó lo duro que fue para su madre ese momento, cuando “se ponía cintas para ocultarlo [el embarazo]” para que no se enteraran los vecinos de que iba a ser madre, porque entonces tenía 17 años. La artista indicó que ella de joven no quería quedarse embarazada bajo ningún concepto: “No quería novio y quería centrarme en mí. En mi barrio había ya alguna preñada, qué pereza”.
En la entrevista en LaSexta, la andaluza dijo que había sufrido abusos: “Bastantes, pero no he ido nunca de víctima. Siempre he confiado en mí”. Y, sobre sus relaciones abusivas, contó: “A mí de pequeña me pasó una cosa muy grave y siempre lo he querido olvidar. Creo que por eso he tenido muy mala relación con los hombres. Siempre he ido buscando un patrón de hombre que era el que mi madre me decía, unos mierdas”.
También narró que ha sufrido anorexia y bulimia. “No sé quién no. Creo que todas. Cuando vas a un showroom hay una ropa, y todo tiene una talla. Si no cabes, ¿qué haces? No te dan portadas”. E interpeló a Évole: “La presión que siente la mujer no te llega a ti ni al 1%”.
La Mala también opinó sobre OnlyFans, una plataforma de suscripción donde cualquiera puede vender contenido íntimo y personal, a menudo erótico y pornográfico. La artista relató cómo se creó una cuenta sin saber muy bien qué hacía (”el mismo día me abrí un LinkedIn y un OnlyFans”) y que “se gana mucho dinero, una locura total”, pero que no se lo recomienda a nadie. “No tenía ni puta idea de lo que era. Me gustaba la idea de compartir mi mundo íntimo, fetiche y tal, con peña rara. [...] El tema es que cualquier persona que tiene el derecho por ‘x’ dinero a tener algo de ti, luego se creen que son tus dueños, y no. En el fondo es una forma de prostitución: la gente que maneja eso quiere explotarte, tú nunca vas a ganar”. Y le dijo a Jordi Évole que prefería no dar más detalles: “No te voy a poner un ejemplo. No quiero contar nada porque vas a vomitar. Yo vomitaría”.
La vida de La Mala se puede entender mejor en sus memorias, Cómo ser Mala (Temas de Hoy), y en otras entrevistas que ha concedido en los últimos años. En 2014 terminó en San Diego, California, dedicándose a reparar y revender coches usados. Se lo contó a Xavi Sancho en una conversación publicada en EL PAÍS en 2021: “Conocí a un chico con el que tuve una hija. Jamás había tenido antes una pareja que no fuera tóxica. Igual es que yo antes también era tóxica”. Si quieres leer la entrevista completa, aquí tienes el enlace.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.