En la cama con Erika Lust

Supongo que la gente se imagina que mi habitación es más bien quinqui”, bromea la directora de cine para adultos Erika Lust (Estocolmo, 1977), sentada en su enorme cama. “Es de dos metros por dos metros. Creo que es de los muebles más importantes de una casa porque los seres humanos pasamos mucho tiempo en él”, comenta. La realizadora rememora que a sus dos hijas cuando eran más pequeñas les encantaba dormir allí. “De vez en cuando todavía hacemos alguna fiesta del pijama”.

“Supongo que la gente se imagina que mi habitación es más bien quinqui”

Lust lleva desde 2004 dirigiendo y produciendo películas para adultos convencida de que la industria puede cambiar. Con su productora Lust Cinema defiende el porno feminista. La directora reside desde hace 18 años en Barcelona, los últimos 5 en este ático con vistas a la playa. La decoración recuerda los orígenes nórdicos de su dueña, aunque no hay demasiados muebles de Ikea. Prefiere buscar piezas especiales, que hayan vivido. Le gusta visitar tiendas de segunda mano o vintage. En una de ellas encontró la foto que preside la cama. “Esa chica que en su momento era tan joven me hace recordar que la vida pasa rápido y hay que disfrutar”. Insiste en que su habitación es de lo más normal, que sobre su mesilla reposan libros, unas gafas y un vaso de agua, como en cualquier otra. “Aunque quizás haya algo más fuerte en los cajones, quién sabe”, añade guiñando un ojo.