Si quieres baldosa hidráulica sin tener que hacer obra, esta es la solución

Cuando el arquitecto Josep Puig i Cadafalch incorporó, en 1900, una baldosa en forma de flor a los suelos de la casa Amatller, no sólo creó un icono de Barcelona, también una moda que permanecería más de un siglo vigente. Las baldosas hidráulicas, propias de muchos de los centenarios pisos de las urbes mediterráneas, desde el Eixample de la Ciudad Condal al Barrio del Carmen en Valencia, son como las viejas cristalerías heredadas de familia: irremplazables, rescatadas y admiradas.

Para aquellos que no tienen la fortuna de vivir en una casa con suelos de baldosas hidráulicas, ya existen soluciones. La firma GAN ha lanzado Hidraulic, una alfombra que recrea los pavimentos geométricos con solera del siglo pasado y recupera el clásico color azul que tanta fama aportó al suelo de mármol del comedor de la casa Amatller.

Es una alfombra con un tono azul Egeo con aplicaciones en negro, ocre y granate, en cien por cien lana, que simula los motivos vegetales o floridos de los suelos modernistas. En tres tamaños –entre 170 cm y 400 cm–, Hidraulic acerca a la cultura mediterránea, solo hace falta incorporar mobiliario de los hermanos Salat para sentir que estamos en el Paseo de Gracia.