Desayuno, comida y cena
Yo antes casi siempre desayunaba una taza de café con leche (de la que ahora llaman entera) y unas madalenas, pero un buen día oí que la bollería no era buena para la salud; y el café y la leche, según. Cambié las madalenas por pan blanco y mantequilla que mojaba en leche ya semidesnatada. Al poco tiempo, el consejo fue que sustituyera la mantequilla por margarina, y que la leche que menos daño hace es la desnatada. Sin embargo, poco después, unos nutricionistas dijeron que la grasa de la margarina puede ser nociva y en cuanto la leche, mejor sin lactosa. Ahora desayuno un poco de café (no mucho, porque sube la tensión) con leche rara y pan integral.
En cuanto a la comida y la cena, entre el anisakis del pescado fresco y el colesterol malo de la carne roja, ya no sé dónde hincar el diente. De postre tomo una fruta, pero intranquilo, porque desconozco si los niveles que tiene de potasio, sodio o glucosa son los recomendables.
El caso es que llevo una temporada que como sin comer en mí.— Enrique Chicote Serna. Arganda del Rey (Madrid).
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