El día que Alejandro fue rechazado en un campamento de verano por tener síndrome de Down
El Ayuntamiento de Hazas de Cesto asegura que no había personal porque los padres no especificaron el "grado de dependencia del menor" y que podrá reincorporarse este jueves
Cuando Valentina Solana y su hermano pequeño Alejandro llegaron acompañados de su padre al campamento de verano del Ayuntamiento de Hazas de Cesto —localidad de Cantabria de 1.550 habitantes— la monitora les dijo que no podían participar porque el menor tenía síndrome de Down. El campamento, que empezaba el 2 de julio, alegó que no tenían personal formado para ocuparse del pequeño de cuatro años. El alcalde de la localidad, José María Ruiz Gómez, ha asegurado que el padre no especificó el grado de dependencia del niño y que en "ningún momento ha habido rechazo". Según el Ayuntamiento, el menor podrá reincorporarse a las actividades "a partir de mañana", ya que han encontrado un monitor capacitado a través de una empresa.
Solana, el padre del niño, había rellenado la solicitud para inscribir a sus hijos en el campamento dos semanas antes de que empezara, el 19 de junio. Puso los nombres, apellidos, dirección, edades y dio un número de teléfono. No había otro requisito aparte de entregar al Ayuntamiento de la localidad la solicitud rellenada y un recibo del banco con el depósito de la inscripción. Antes de aportar los documentos al Consistorio, Solana informó a la persona encargada de recoger las solicitudes de la situación de su hijo. "Es un pueblo pequeño en el que nos conocemos todos, pero aun así expliqué la condición de mi hijo antes de matricularle", ha explicado Solana a El Diario Montañés. Según recoge el medio local, los padres del niño también habían valorado la opción de llevarlo a otro campamento en Santoña, donde sabían que atendían a niños con síndrome de Down.
El campus de verano del Ayuntamiento, que empezó el 2 de julio y termina el día 31 de agosto, organiza cursos para niños de entre cuatro y 12 años. Elisa Irureta, presidenta de la Fundación Síndrome de Down de Cantabria, explica por vía telefónica que "siempre es recomendable que haya personal capacitado para niños con discapacidad intelectual". Según Irureta, "los campamentos funcionan por ratio y en función de eso, deberían de tener a un monitor especializado o no", asegura. Para Agustín Matía, gerente de la Federación Española de Síndrome de Down, "los servicios públicos son abiertos a cualquier niño y por eso tienen que adaptarse a la situación de las personas". Matía señala que "hay que prever este tipo de casos en el proceso de inscripción y preguntar qué tipo de apoyo necesita el niño". Lo que tiene que hacer el Ayuntamiento ahora, asegura, es "corregirlo".
El alcalde del Consistorio ha asegurado que "el Ayuntamiento ha hecho lo que debía desde el primer momento" y que simplemente no tenían personal para atender al pequeño Alejandro porque "los padres no informaron del grado de dependencia que presentaba el niño". Por vía telefónica, Ruiz Gómez ha explicado que buscaron a una persona en las listas, pero no pudieron contactar con ninguno. "Al final, hemos contratado a un monitor a través de una empresa, aunque esto ha generado un sobrecoste", ha explicado, precisando que el Ayuntamiento notificará la noticia este mismo miércoles a los padres. El campamento, en el que participan entre 18 y 22 niños, cuenta ahora con tres monitores.
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