Aprender a nadar desde muy pequeño puede evitar ahogamientos
Los expertos alertan de que la falta de vigilancia y las malas instalaciones son las principales causas de esta fatalidad que en 2017 acabó con la vida de 32 menores en España
Cinco minutos son suficientes para que tu hijo se ahogue en la piscina. Cinco minutos o menos en los que has perdido a tu pequeño de vista y este aparece sumergido o flotando en el agua, así lo han alertado desde la Sociedad Valenciana de Pediatría (SVP). Además, los expertos añaden que este tipo de situaciones se podrían evitar si el vallado de las piscinas fuera el adecuado —una mala instalación aumenta el riesgo de fallecer por ahogamiento de tres a cinco veces— y si se les enseñara a los niños a nadar lo antes posible, informa EP. Los más susceptibles a sufrir ahogamientos son los menores de cinco años y suelen suceder porque “los menores están supervisados de forma inadecuada, sin vigilancia, lo que condiciona el mayor tiempo de sumersión y peor pronóstico", advierte en un comunicado Vicent Modesto, jefe clínico de la UCI Pediátrica del Hospital Universitario y Politécnico La Fe de Valencia y miembro de la SVP.
Según la Asociación de Pediatría Española, las clases de natación y enseñar a los niños a sobrevivir en el agua, efectivamente, puede disminuir las tasas de ahogamientos en los más pequeños. Es conveniente que aprendan a nadar a partir de los cuatro años. Sin embargo, la decisión de cuándo un niño debe iniciar dichas clases debe ser individualizada. “Existen estudios que afirman que iniciar las clases entre los uno y cuatro años disminuye el número de ahogamientos. Para tomar la decisión, los padres deben tener en cuenta la frecuencia de exposición al agua, la madurez emocional, las limitaciones físicas y otras cuestiones de salud, como la hipotermia, infecciones, etc.”, afirman en su página web. En el caso de que el recinto de la piscina carezca de vallas, las lesiones por ahogamiento son la segunda causa de muerte accidental en niños. "Cada año mueren en España entre 50 y 170 niños en estas circunstancias, sobre todo en los meses de verano", advierte Modesto.
Cada año los ahogamientos infantiles ocupan un lugar destacado en el podio de fallecimientos en la infancia, siendo la tercera causa en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). "Y suponen un 7% de todas las muertes relacionadas con traumatismos. Se calcula que en el mundo mueren cada año por ahogamiento 360.000 personas. El riesgo de ahogamiento es mayor en niños, varones y personas con fácil acceso al agua", según este organismo internacional. No en vano, en los últimos cinco años más de 100 menores han muerto en España por esta causa. Exactamente, en 2017 fallecieron ahogados en España 32 menores, más de la mitad ocurrieron en piscinas y el 15% en la playa.
Toda precaución es buena
El ahogamiento se puede prevenir. La Asociación Nacional de Seguridad Infantil recomienda varios pasos para que ningún niño muera por esta causa. Los consejos son:
Contar siempre con la vigilancia estricta y permanente de un adulto.
El vigilante debe mirar a la piscina cada 10 segundos y situarse a una distancia que le permita llegar a ella en menos de 20 segundos.
Antes del baño, el adulto también debe asegurarse de que no existe ningún riesgo para el menor, tanto en la piscina como en sus inmediaciones.
Si la instalación no es segura, el vigilante debe hacer todo lo necesario para que el niño no pueda llegar hasta ella.
Por su parte, los niños deben aprender primero a flotar y luego a nadar.
Las instalaciones deben tener siempre equipos de rescate básico, salvavidas, pértiga y teléfono.
Se debe crear un hábito para que los juguetes y otros elementos de flotación estén alejados de la piscina y sus alrededores después de su uso.
En el ahogamiento, los segundos cuentan, la celeridad con la que se retira del agua a la persona que se está ahogando y la rapidez con la que se instauran las maniobras de salvamento.
Los niños también tienen que ser responsables de su baño
- Nunca te bañes solo, siempre tiene que haber una persona mayor contigo.
- Ponte el chaleco salvavidas en la piscina hasta que aprendas a nadar como los mayores.
- El agua de la pisci está fría, dúchate antes para acostumbrarte y entra despacito, nunca de golpe.
- Si sabes tirarte de cabeza, hazlo desde el borde de la piscina, muy cerquita del agua, y siempre en la parte más profunda para no golpearte la cabeza con el fondo.
- Los bordillos y toboganes resbalan mucho, no corras cerca de ellos, podrías caerte.
- Si ves que un niño se ha hecho daño o puede pasarle algo, pide ayuda al Socorrista o a una persona mayor.
- Para proteger tu piel y no quemarte, lo mejor es no estar mucho tiempo al sol, y usar siempre crema solar y una gorra.
*Fuente: Campaña ¡Vamos a la pisci!+
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