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Alterconsumismo
Coordinado por Anna Argemí

Nace la primera aplicación de “co-peatonaje”

Mon chaperon pone en contacto a personas que hacen el mismo trayecto a pie o en transporte público

Pixabay
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¿Cuántas veces has vuelto a casa tarde después del trabajo y habrías agradecido que otras personas hicieran al menos un trecho del camino contigo? Caminar solo a según qué horas y según por dónde no hace mucha gracia. Para encontrar una solución, nació Mon chaperon, una app que te pone en contacto con otras personas que van a hacer el mismo trayecto a pie o en transporte público.

Mon chaperon —que se traduce al español por “mi carabina”— se creó en 2016 en el sur de Francia, en Montpellier, y está disponible en Google Play y App Store. Tras descargar la aplicación y activar la geolocalización, el programa propone personas cerca de ti que pueden convertirse en carabina por una noche. El sistema se sustenta en un sistema de puntuación del acompañante y del acompañado, como sucede con las app para compartir coche, por lo que cuando escoges a tu carabina cuentas con una cierta información sobre la persona.

Quien se propone como carabina tiene que proporcionar un número de teléfono, una dirección de correo electrónico, una cuenta de Facebook y una foto donde sea fácilmente reconocible. Algunos solicitan una remuneración por acompañar al co-peatón. Fabien Boyaval, el creador de Mon chaperon, cuenta que no se trata sin embargo de un servicio de seguridad, sino de un sistema de ayuda mutua. Boyaval se decidió a crear esta app después de que una amiga suya fuera agredida en el área de Montpellier, ya que las personas que andan en grupo son menos susceptibles de ser atacadas que quien camina solo.

En la actualidad, hay unos 8.000 co-peatones en toda Francia que utilizan la aplicación, que es gratuita. Los co-peatones tienen una media de 30 años. A estos hay que añadir unos cuantos miles más que se sirven de la aplicación en la versión profesional, ya que la aplicación puede ser comprada por una empresa o un grupo de ellas, que la ponen a disposición de sus trabajadores. Es lo que ha pasado en Marsella: 250 compañías (que suman un total de 15.000 trabajadores) se han agrupado para comprar la aplicación.

La idea es no solo, como en el caso individual, conseguir que el trayecto sea más seguro, por el hecho de estar acompañado, sino también más agradable y simpático por compartirlo con un compañero de trabajo. Según se lee en la web de Mon chaperon, las relaciones entre los colegas de trabajo son el principal criterio que define la calidad de la vida laboral y el 28% de los empleados se siente aislado en su empresa.

La aplicación permite, por lo tanto, reducir el estrés entre trabajadores, alimentar la integración, las relaciones sociales y el intercambio, todo lo cual repercutirá en mejorar la productividad de la empresa. Y eso sin contar el aspecto “ecológico” de promocionar el uso del transporte público para los trayectos de ida y vuelta del trabajo.

Las personas que andan en grupo son menos susceptibles de ser atacadas que quien camina solo

Según cuenta Boyaval, algunas personas habían abandonado el transporte público no solo por el sentimiento de inseguridad, sino también por el aburrimiento de hacer siempre el mismo trayecto de casa al trabajo, por el hecho de que se trata de una larga distancia, por el calor, los olores… Sin embargo, si ese mismo trayecto se hace con una persona o en grupo, uno olvida los inconvenientes y disfruta del trayecto por el mero hecho de compartirlo con alguien.

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