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Una moción histórica

Los comentaristas de la prensa internacional perciben la derrota de Rajoy como "ineluctable" aunque temen por la estabilidad de Europa

El nuevo presidente, Pedro Sánchez, y el expresidente, Mariano Rajoy, se dan la mano en el Congreso de los Diputados tras la adopción de la moción de censura, hoy 1 de junio.
El nuevo presidente, Pedro Sánchez, y el expresidente, Mariano Rajoy, se dan la mano en el Congreso de los Diputados tras la adopción de la moción de censura, hoy 1 de junio.Pool (Getty Images)
Carla Mascia

Una moción histórica que hace tan solo diez días era impensable. El pasado 23 de mayo, tras haber conseguido a duras penas la aprobación de los presupuestos para 2018, Mariano Rajoy, el pulgar levantado en signo de victoria, dejaba el Congreso de los Diputados con el sentimiento de tener el fin de la legislatura asegurado. No fue capaz de anticipar la ola de indignación que provocaría el veredicto de la Audiencia Nacional, que condenó a excargos de PP por corrupción. La derrota era ineluctable, aseguran los comentaristas de las cabeceras más destacadas tras la adopción de la moción de censura que pone fin a siete años de Gobierno del PP y propulsa al "moderado pero ambicioso" (BBC) líder del PSOE, Pedro Sánchez, a la presidencia del Ejecutivo.

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Pese al carácter "ineluctable" de lo ocurrido —la mayoría destaca la magnitud de la corrupción que afecta al PP calificándola de "tentacular"— la prensa internacional muestra escepticismo en cuanto a la viabilidad de una coalición "tan heterogénea" como la que hizo posible la victoria de Sánchez. Además, temen que este cambio afecte la estabilidad europea, ya gravemente debilitada por la formación de un Ejecutivo euroescéptico y populista en Italia y por la amenaza de Trump de una guerra comercial contra la UE.

"Pedro Sánchez ha hecho historia al convertirse en el primer político español en conseguir acceder a la presidencia con una moción de censura", escribe Sam Jones, el corresponsal de The Guardian. Según el periodista, la victoria de Sánchez es "extraordinaria" por dos razones: el exprofesor de Economía no solo ya no es diputado sino que además su logro se produce tan solo dos años después de haber sido "defenestrado sin miramientos" como líder del partido tras su rechazo de facilitar el retorno de Rajoy al poder y dos elecciones fallidas. El periodista, que también destaca la carrera universitaria de Sánchez, su paso por el Parlamento Europeo y su participación en una misión de la ONU en Bosnia, advierte de que su mandato será "turbulento", ya que tendrá "dificultades para satisfacer la miríada de demandas muy diferentes de los partidos que respaldaron su moción". El nuevo presidente tendrá que lidiar con la peor crisis política que golpeó a España desde que volvió a la democracia: el secesionismo catalán. Y no será tarea fácil, estima.

Una visión respaldada por Bernard Guetta, editorialista de la radio pública France Inter, cuya columna lamenta que la única cosa que ha sido capaz de reunir a partidos tan diferentes es la indignación provocada por la sentencia de la Audiencia Nacional. "Aunque la moción esté más que justificada, abre un periodo de incertidumbre que el PSOE, anhelante por ganar popularidad, intentará aprovechar para tomar medidas sociales, la mayoría necesarias, antes que nuevas elecciones vuelvan a diseñar el tablero político", pronostica. "¿Hará Sánchez un Gobierno monocolor o aceptará una coalición con Podemos como le pidió Pablo Iglesias?", se pregunta por otro lado el corresponsal de La Repubblica, Omero Ciai, particularmente escéptico sobre la "duración" del nuevo Gobierno.

Para Raphael Minder, corresponsal de The New York Times, "la caída en desgracia de Rajoy, uno de los presidentes que más tiempo ha durado al mando de un país europeo, pondrá nuevamente a prueba la estabilidad europea después de una semana de turbulenta política italiana que causó revuelos en los mercados". Según Minder, lo que comparten ambos países son sistemas políticos que han sido fracturados por la llegada de nuevos partidos, "por los efectos de la crisis económica y por el desencanto de los ciudadanos con las fuerzas que han dominado la política en las últimas décadas".

La victoria de la moción de censura es, según el escritor Jordi Bonells, en una tribuna en Le Monde, la consecuencia directa de un proceso de "deconstrucción" del espacio político tradicional español debido a la "mediocridad de sus dirigentes". El Estado, que construyeron pocas formaciones alternándose en el poder durante 40 años, está, según él, al borde de la implosión. España se enfrenta a un déficit creciente de lo político, con un peligroso desplazamiento hacía lo judicial en la resolución de conflictos; una justicia que se debate entre la sumisión al poder y el sentimiento de omnipotencia; una reducción de las libertades en el espacio público; un parlamentarismo reducido a su mínima expresión y una gangrena institucional debida a la corrupción". En este contexto, no es "nada anormal que Ciudadanos y Podemos tengan seguidores", estima el experto en nacionalismo español.

El autor añade una segunda causa: el papel de la monarquía en los últimos años. Mientras el rey Juan Carlos, que al no haber conseguido "ser ejemplar", "encarna a él solo las contradicciones de un país que no es monárquico pero que aceptó a la monarquía en 1978 porque era la mejor manera de garantizar la estabilidad política tras 40 años de dictadura", su sucesor, Felipe VI, "por sus tomas de posiciones, su tono, apareció a ojos de muchos ciudadanos (y no solo catalanes o catalanistas) no como un garante sino como un partidario".

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Sobre la firma

Carla Mascia
Periodista franco-italiana, es editora en la sección de Opinión, donde se encarga de los contenidos digitales y escribe en 'Anatomía de Twitter'. Es licenciada en Estudios Europeos y en Ciencias Políticas por la Sorbona y cursó el Máster de Periodismo de EL PAÍS. Antes de llegar al diario trabajó como asesora en comunicación política en Francia.

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