Chicago, la capital del cuero americano

Mayo ha sido un mes para ir de premio en premio. De los Prowler en Londres a Los Grabby en Chicago, el pasado sábado 26. Este festival de cine porno homosexual tiene su cita anual en la ciudad de Illinois, promocionado por Grab Magazine, una revista gay gratuita que nació en 1999. Allí, muchos de los rostros protagonistas de los Prowler, es decir, los habituales en estos eventos.

La drag queen y directora de cine porno Chi Chi LaRue se encargó de presentar las 28 categorías, y la también directora y productora Mr. Pam recogió varios premios para su estudio, Naked Sword. Encima del escenario estuvieron Ryan Rose, ganador del mejor cuerpo o Johny V, mejor actor de apoyo, entre otros muchos. Y por allí andaron Austin Wolf, Skyy Knox, Wesley Wood, el mítico Trenton Ducati, Rocco Steele, Woody Fox, Nick Capra, el productor británico de Treasure Island Media Paul Stagg y otros muchos representantes de la industria del porno americana, como las productoras Men.com, Lucas Entertainment, Hot House Video o Titan Men.

Antes y después, como cualquier gala que se precie, hubo fiesta. La afterparty acabó en la suite presidencial de un hotel de lujo llena de estrellas del porno, productores, directores y amigos. Todo muy americano, social y civilizado, con una organización impecable y ese brillo especial del star system. Las productoras europeas, poco representadas, no gozan del apoyo que tienen las americanas, y se fueron a casa sin cosechar ningún premio.

El fin de semana dio algo más de sí. El domingo 27 se celebró el International Mr. Leather y llenó la ciudad de amantes del cuero: miles de turistas que caminan por las calles con arneses, sobrepantalones, gorras, botas, fustas... Chicago, orgullosa, acoge y disfruta con estos fetichistas del fin de semana; no es raro que fuese allí, en 1958, donde abrió el primer bar leather gay del mundo, The Gold Coast.

Este concurso internacional nació en 1979, y celebró el 40 cumpleaños en el Auditorium Theatre, una sala de ópera enorme, luminosa, de estilo neoclásico, donde no cabía un alfiler entre los 3.800 espectadores, todos vestidos de cuero. Durante cuatro horas pasaron 72 participantes por el escenario, de varios países, entre ellos los españoles Spykemad Ralph y Janos Leather, que quedó entre los 20 finalistas. El premio se lo llevó James Lee, que provocó una intensa, ruidosa y emocionante ovación, sobre todo entre los afroamericanos: era la primera vez en la historia que no ganaba alguien de raza blanca. Sonó a bofetada política a Trump.

A través de los vídeos y discursos, recordaron que desde 1979 la organización de este concurso representa una victoria en la lucha a favor de la igualdad y de la integración en Estados Unidos, y, por extensión, en el mundo. A pesar de ser una subcultura, los amantes del leather se enorgullecen de ser inclusivos y diversos. Al escenario subieron hombres y mujeres de diferentes razas, países y condiciones físicas: señores mayores que ya se apoyaban en un bastón, actores en sillas de ruedas, hubo homenajes a las víctimas de la homofobia, se recordó a los activistas progay, se resaltó el trabajo de las asociaciones LGTBIQ, hubo un recuerdo a los ancianos homosexuales que viven ahora en residencias para gays y que fueron los que lucharon en los setenta, los ochenta y los noventa para que hoy se goce de multitud de privilegios. Algo que podría parecer un frívolo y simple concurso de belleza, es un homenaje al pasado, al presente y al futuro de una lucha que todavía no ha acabado.

Tiempo para el ocio también hubo, por supuesto. Sobre todo porque durante cinco días, de martes a jueves, la ciudad al completo se vuelca con este evento —algo parecido a lo que ocurre con las Fallas en Valencia, el Orgullo en Madrid o el Circuit en Barcelona—. El Congress Plaza Hotel, lugar de concentración para los fetichistas del cuero durante el evento, ofreció un mercado de artículos específicos que ocupó dos plantas. Hubo fiestas por toda la ciudad, festivales de cine, conferencias, y el Leather Archive & Museum organizó exposiciones que incluyeron dibujos originales de Tom of Finland, un artista finés que se consagró como uno de los más importantes en artes gráficas relacionadas con el mundo homosexual y erótico del siglo XX.

Sitios para descubrir

La playa donde se reune la comunidad gay de Chicago se llama Kathy Osterman (una política y activista LGTBIQ) y está a unos 30 minutos del centro en coche. Eso sí, allí no hay chiringuitos, así que mejor te pertrechas de bebida fresca antes de ir. ¿Baños? Sí. ¿Duchas? No las encontré.

En Millenium Park encontrarás multitud de elementos semifuturistas si eres amante de los selfies. El Cloud Gate es una impresionante escultura cromada en forma de haba, y alrededor hay fuentes con pantallas gigantes y chorros de agua que salen desde el suelo.

Si te apetece gastar un poco más, tu sitio es el 360 Chicago, cocktails y fabulosas vistas del skyline de Chicago. En la planta 95, el Signature Room es un lugar impresionante para ver la puesta de sol. A cambio de una pequeña fortuna por el cocktail te ahorras la entrada y las colas para el observatorio. Y, si quieres ver dos puestas de sol alucinantes en vez de una, ve otra tarde al Planetario.

Qué hacer

La mayoría de cruceros por el rio salen del DuSable Bridge y recorren en 90 minutos los canales y la costa del lago con explicaciones sobre la fabulosa arquitectura de Chicago. El más popular es el paseo de las 19.30 al atardecer así que si quieres ir a ese, acuérdate de reservar online con antelación.

Alquilar una bicicleta para pasear durante todo el día por los parques y las playas del norte de la ciudad es otra opción fantástica para recorrer Chicago.

Y si te van los musicales, entre el 12 de junio y el 15 de julio, el Cher Show se preestena en el Oriental Theatre de Chicago antes de abrir en Broadway.

Vida nocturna

Uptown (al que también llaman Boyzone) es ese barrio que mezcla tiendas de ropa, sex shops, saunas y muchos restaurantes acogedores con buena comida americana o mejicana.

Entre los bares: Sidetrack, Lucky Horseshoe Lounge y uno country, el Charlie’s. También puedes probar el Touché o discotecas como Roscoe o @mosphere. (Y no olvides recorrer el barrio siguiendo los monumentos dedicados a los activistas gays para conocer su historia).

Hoteles

El Congress Hotel, si lo eliges durante los días del evento de los amantes del cuero, estará a reventar de gente, habrá ruido y no descansarás. Eso sí, estarás en el meollo de la actividad. 

Por precios, entre los que cuestan algo más, el Hilton o el Fairmont pueden ser una opción. El Virgin, también en el centro, es un hotel boutique con pequeños grandes detalles, un club en la azotea con vistas geniales y un gimnasio decente para no abandonar tu rutina fitness y seguir en forma durante tus vacaciones.

AC Hotel Downtown es la opción barata, con una buena relación calidad precio. O el Best Western Plus, barato y en medio del Uptown.

Muévete

Uber es la solución. El transporte público en Chicago es una mala opción, es bastante ineficiente. La alternativa barata a los taxis es, sin duda, Uber, que ofrece varias opciones: Uber Express Pool y Uber Pool son transportes compartidos y Uber X es individual.

Si decides ir, ¡disfruta de Chicago!