La camisa doble y otras provocaciones con las que Balenciaga rompe la moda
Demma Gvasalia ha imprimido a la marca de lujo un atrevimiento que la ha catapultado a la vanguardia de la moda mundial, pero queda una pregunta: ¿alguien puede llevar esto?
Atónitos nos tiene a todos Balenciaga. La histórica maison francesa, creada por el maestro vasco Cristóbal Balenciaga y vendida por sus herederos en 1986, ha roto todos los cánones de la moda. No, no es que se aventure con colores atrevidos o formas rompedoras. Es que ha presentado en sus últimas colecciones prendas imposibles: camisas con dos cuellos o con una funda de plástico encima; camisetas pegadas a una camisa en su parte delantera; bolsos de lujo que imitan bolsas de la compra; formas abombadas y gigantescas; zapatos de caucho estilo crocs con gigantes plataformas y su ya icónica zapatilla fea, que ha roto el mercado. La pregunta: ¿Es su diseñador residente, Demna Gvasalia, la mente más rompedora de la historia de la moda?
Por ejemplo, la camisa Dry Clean, que en realidad es una prenda de forma recta y larga con motivos de cuadros que viene envuelta en una funda de plástico para llevar tal cual. Su precio es de 850 euros. Según explica la maison, "envuelta en un film de plástico inspirado en las fundas de las tintorerías. Es 50% poliéster, y por lo del plástico es mejor "no usar secadoras". Ni planchar, claro. Se suma a la camiseta-camisa, dos prendas en una. Se puede reservar en su web por 950 euros.
Luego están los bolsos de Balenciaga, ya célebres. El año pasado la marca se convirtió en trending topic en las redes por un bolso que superaba los 1.600 euros y que era una copia en piel azul de la bolsa que vale 50 céntimos en Ikea. Luego, Zara copió la copia, en una maniobra magistral, rebajando el precio a los 40 euros. En la foto superior, los nuevos modelos. A la izquierda, el Bolso Bazar New York, que vale 1.490 euros, inspirado en las bolsas de plástico de tiendas de souvenirs. En el centro, un homenaje a las bolsas de cartón de las tiendas de ropa, con un precio de 1.595 euros. A la derecha, el bolso Shopper MArket, homenaje a las bolsas de supermercado, que vale 795 euros.
Y finalmente están los zapatos de Balenciaga. La zapatilla de la izquierda se ha agotado en las tiendas online y físicas en diversas ocasiones. Son, como las Ozweego de Raf Simmons para Adidas, un modelo feo, ortopédico y orgulloso de serlo. Su precio: 695 euros. En medio, el homenaje a las crocs que tanto le gustaban a George W. Bush, en rosa y afiches de la marca Jibbitz. Son de caucho. Tienen una plataforma de vértigo. Y valen 650 euros. Dice la maison: "Máxima absorción de los golpes, antibacteriano, antiolor y resistente al agua". Y a la derecha, la sensación de esta temporada: botines de lycra con motivo de dólar inspirados en "la ropa deportiva de los años 80" y "el universo del fetichismo". Su precio: 1.095 euros.
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