En qué consiste.
Este método promete programar el embarazo y planificar el sexo del bebé, al ayudar a averiguar en qué mes habrá más posibilidades de que el bebé sea niño o niña, teniendo como variables la edad de la madre y el mes de concepción. Aunque, puede haber variaciones si se desconoce el momento exacto de la relación sexual, si se ha producido entre dos meses, o si la menstruación es irregular.
Cómo se consulta.
Este calendario, que se basa en las trece lunas de la civilización maya, recoge, en la filas, la edad de la madre en el momento de la concepción y, en las coumnas, el mes de concepción. Así, por ejemplo, si la madre tiene 29 años y la fecha de concepción corresponde al mes de mayo, las probabilidades de tener una niña serán mayores.
La explicación.
A pesar de haber perdurado tanto tiempo, estos calendarios no tienen ningún fundamento en la ciencia, se basan, explica el ginecólogo Francisco Carmona, jefe servicio de Ginecología del Hospital Clínico de Barcelona y director médico de Women's Health Institute, en la supuesta mayor resistencia de los cromosomas X.
Para comprender el dato, recuerde: cuando se produce la fecundación de los gametos, cada gameto tiene un solo cromosoma, en el caso de los óvulos los gametos de la mujer son siempre X, y en el caso del varón puede ser X o Y, que serán los responsables de que el futuro embrión sea un niño o una niña.
“Se dice que los espermatozoides con cromosomas X resisten más que Y, pero no hay una base real científica", aclara Carmona y añade: "Si la mujer acidifica —es decir, si hay un mayor nivel de ácido en su vagina— el medio resulta más hostil para la supervivencia de los espermatozoides y se mueren antes los que tienen cromosoma Y, aumentando la proporción de X y la posibilidad de que sea una niña". También, "si la mujer tiene relaciones unos días antes de la ovulación, habrán muerto más Y que X, entonces la probabilidad de que sea niña es mayor y si es justo un día de ovulación, esta será de un 50-50. Pero nunca se aumenta la posibilidad del feto varón”, continúa Carmona. Así, "estos métodos pseudocientíficos basados en la resistencia de los cromosomas de los gametos X o Y pueden conseguir aumentar la proporción de X, pero nunca la proporción de Y", matiza el experto.