El auge de las viejas nuevas modelos
Las grandes marcas recuperan a sus musas, la última Betty Catroux, de 72 años, para Yves Saint Laurent
Lleva gafas oscuras, el pelo rubio platino, una chupa de cuero y esa autoridad natural que confiere la experiencia. A sus 72 años, Betty Catroux se acaba de convertir en imagen de la nueva campaña de Saint Laurent. Podría parecer infrecuente si no fuera porque su historia está estrechamente ligada a la de la marca francesa. Catroux fue una de las amigas más íntimas de su fundador, quien decía que era su “gemela separada al nacer”. Nacida en Brasil, hija de un diplomático estadounidense y de una socialité francesa, Catroux conoció a Yves Saint Laurent en la mítica boîte Chez Régine, en el París de 1967. Fue, igual que el modisto, ave nocturna, con la que compartiría drogas, alcohol y otros excesos. Solo la muerte de Saint Laurent en 2008 logró separarlos.
Esta modelo que juraba odiar la moda —según su confesión, aceptó sus primeros trabajos solo para poder pagarse sus propias copas en los clubs parisinos— terminó inspirando algunas de las prendas más revolucionarias del modisto, como el esmoquin femenino o la sahariana. Más tarde, otros modistos como Tom Ford o Marc Jacobs reivindicaron su gélida figura y le dedicaron sendas colecciones. La nueva campaña para Saint Laurent, disparada por el fotógrafo David Sims, es una forma rotunda de subrayar el patrimonio de la marca. “Es un manifiesto sin palabras. Betty es uno de los últimos testigos del tiempo de Saint Laurent. El tiempo ha pasado, pero ella no. Tiene la misma presencia, el mismo busto de efebo, las mismas piernas telescópicas. Fue una musa y lo sigue siendo”, explica Laurence Benaïm, autora de una biografía de referencia de Saint Laurent, que será reeditada en mayo coincidiendo con el décimo aniversario de su muerte.
La decisión fue del nuevo diseñador de la marca, Anthony Vaccarello, deseoso de exhibir continuidad con el patrimonio de la firma en unos tiempos en que los diseñadores parecen intercambiables, pasando de una escuadra a otra al terminar la temporada. Escoger a Catroux como imagen le permite sacar pecho. También es una forma de reivindicar una belleza menos aséptica y obsesionada con la juventud eterna, un tropismo que puede distinguir a Saint Laurent, marca que siempre ha enfatizado su conexión con el cambio social.
El de la marca francesa no es un caso aislado. Lauren Hutton, mítica modelo de los setenta y ochenta que llegó a protagonizar películas como American Gigolo, nunca había trabajado tanto como desde que superó la barrera de los 70. En abril pasado, Hutton se convirtió en protagonista de una campaña de lencería de Calvin Klein, fotografiada por Sofia Coppola. Renovaba así su vínculo con la marca neoyorquina, para la que ya desfiló en 1993. Entonces, cuando rozaba los 50, ya ocupó titulares por su edad relativamente avanzada, comparada con la de la mayoría de modelos. En los últimos años, Hutton también ha protagonizado campañas para H&M o Alexander Wang, además de desfilar para Tom Ford y Bottega Veneta.
China Machado, estadounidense hija de china y portugués de Macao, fue la primera modelo no blanca que apareció en la portada de Harper's Bazaar. Musa de Richard Avedon y modelo de estudio de Hubert de Givenchy, quien solía crear sus vestidos directamente sobre su cuerpo, falleció en 2016 a los 86 años. Poco antes, Cole Haan la había escogido como imagen, en una campaña protagonizada por personalidades nacidas en 1928, igual que la propia firma estadounidense. Entre ellos, la poeta Maya Angelou, el astronauta Jim Lovell o el fotógrafo Elliott Erwitt. “Es como ir en bici. Nunca te olvidas”, explicó la modelo. “Me retiré, pero la gente sigue llamando”. Machado volvió a firmar con la poderosa agencia IMG y protagonizó un anuncio para los almacenes Barneys. La revista W también le dedicó una portada.
Otro caso paradigmático es el de Isabella Rossellini, que fue despedida como imagen de Lancôme a los 43 años. “Me dijeron que necesitaban a alguien más joven. La publicidad se basa en las aspiraciones del consumidor y, aunque tengan a clientes de muchas edades, el deseo siempre es por la juventud”, dijo a The Cut en febrero. En 2015, tras cumplir los 60, volvió a ser contratada. Este año volverá a la primera línea poniendo rostro a la gama Rénergie en una campaña firmada por Peter Lindbergh. “Las cosas cambian. Me dicen que mi nombre sigue apareciendo en sus estudios de mercado. Ahora vuelvo a ser nueva…”, expresó Rossellini.
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