La misteriosa pantera de Jadraque era un perro asilvestrado
La Guardia Civil de Guadalajara aclara que el supuesto felino que los vecinos avistaron en la Sierra Norte es un can de grandes dimensiones
Los vecinos de la pequeña localidad de Jadraque (Guadalajara) pasaron de la bucólica advertencia de "¡qué viene el lobo!", al exótico grito de "¡cuidado con la pantera!". Hace algunos meses, varios caminantes aseguraron haber visto una criatura de pelaje zaino y de dimensiones semejantes a la de una pantera negra (felino del género Panthera con melanismo, es decir, un exceso de pigmentación oscura en su pelaje) y comenzaron a llamar a la policía.
La conmoción exótica ha durado hasta este martes, cuando agentes de la Guardia Civil de Guadalajara han informado de que, después de varias batidas, habían avistado un perro asilvestrado en las inmediaciones del pueblo, en la zona donde los residentes de la comarca de la Sierra Norte habían divisado a la famosa "pantera manchega".
⚫ La posible "pantera negra" sigue siendo noticia hoy en Guadalajara. Nos acaban de pasar este vídeo (desconocemos el lugar exacto del avistamiento) donde se ve a un animal de color negro subir por una ladera. La reacción de las personas que graban el video no tiene desperdicio...
Gepostet von Hacemos Guadalajara am Montag, 22. Januar 2018
En su cuenta de Twitter, la Guardia Civil ha publicado varias fotografías que arrojan luz al misterio que tanto se ha popularizado en las redes, gracias, entre otras cosas, a los vídeos de avistamientos colgados en Internet. Además, el periodista experto en fenómenos paranormales Iker Jiménez dedicó un programa en Cuarto Milenio al felino y se desplazó a la comarca donde supuestamente pululaba dicho animal, entre los términos municipales de Bañuelos, La Bodera, Jirueque, Cedejas de La Torre, Atienza y Paredes de Sigüencia.
En las imágenes facilitadas por las fuerzas de seguridad aparece el animal mirando al objetivo y acompañado de otro perro. La calidad de la imagen no permite determinar cuál es la raza del can, aunque puede apreciarse su gran tamaño y su color negro, lo que coincide con las descripciones de los vecinos del lugar.
Pese a que hace unos nueve millones de años era habitual la presencia de grandes felinos como los Dientes de Sable (Paramachairodus) en el centro de la península, en la actualidad, y a menos que se hayan escapado de un zoo o circo, no son autóctonos.
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