Miriam Ponsa lleva el ‘procés’ a la 080 Barcelona Fashion

El procés ha llegado este martes a la pasarela 080 Barcelona Fashion, con una colección que ha servido de “manifiesto político” a Miriam Ponsa, que reservó en la primera fila un banco de color amarillo para los políticos catalanes encarcelados. La tituló La marcha de la sal, porque la diseñadora ve muchos paralelismos entre la protesta pacífica de Mahatma Gandhi y la reivindicación del derecho a decidir en Cataluña. “Como artista me expreso creando y reflejo las cosas que me pasan”, decía antes del desfile en el backstage, vestida de negro, su color habitual, y con un lazo amarillo en la solapa. “Esta vez necesitaba hacer una colección política, un manifiesto”, que podría continuar con la siguiente colección, insinúo.

Aunque en la explicación de la colección la reivindicación es más evidente, en las prendas es más sutil. Se deja interpretar, por ejemplo, según Ponsa, en un tejido experimental con una técnica de transferencia de plástico, que se ha podido ver en chaquetas o pantalones. Este material se sobrepone en tejidos de punto, para representar “lo que el artículo 155 ha supuesto en las instituciones catalanas”, según explica la diseñadora. Además de las prendas más comerciales con su sello personal, también ha presentado jerséis y chaquetas con una técnica que mezcla fieltro de lana y seda. Los mensajes inscritos en algunos jerséis y pantalones llevan directamente la firma de Gandhi, como Be the change you want to see in the world (Sé el cambio que quieres ver en el mundo) o Your life is your message (Tu vida es tu mensaje). La creadora ha cerrado el desfile con un amplio abrigo con un cordón amarillo para representar la “opresión” que vive, a su juicio, el pueblo catalán.

Quién también ha defendido su colección más política ha sido Txell Miras, inspirada en la Santa Inquisición y la caza de brujas. “La rigidez de una ley sagrada y el orden establecido” estaban representados en Akelarre con colores blancos y crudos, con vestidos anchos que recordaban a los hábitos eclesiásticos. Los colores negros y oscuros, así como los guantes y las cremalleras emulaban el miedo y la incerteza. “Hablo de cómo me siento, angustiada por la situación, y he transmitido el ambiente político a la colección”, ha señalado la diseñadora entre bambalinas.

Krizia Robustella, otra de las creadoras habituales y esperadas de la 080, ha presentado una colección de ropa deportiva que juega con ilustraciones a la técnica del trampantojo, dibujos hechos en colaboración con Susana López. Predominaron las sudaderas y pantalones de chándal de colores muy vivos, naranjas, amarillos y azules, que dan la impresión de ser más prendas e incluso insinúan marcas deportivas como Adidas o Kappa, para hacer una irónica crítica sobre la juventud actual, las tendencias y las falsificaciones. Ha compartido pasarela con Pablo Erroz, que ha vuelto a jugar con la sastrería clásica reinterpretada, con tejidos acolchados, grandes bolsillos o cordeles en los camales de los pantalones y las mangas de las chaquetas.

Un segundo día de pasarela en el que también desfilaron Oscarleon, Jnorig, Antonio Miró o Sweet Matitos. La 080 Barcelona Fashion, que se celebra en recinto modernista de Sant Pau i en la que desfilarán más de 30 marcas y diseñadores, empezó este lunes sin acto institucional por la ausencia de Gobierno, y todo el protagonismo recayó en las influencers, especialmente Dulceida, instagrammer con más de dos millones de seguidores, Laura Escanes, mujer de Risto Mejide, y Jessica Goicoechea, otra de las más seguidas. Hasta 13 prescriptoras de moda participaron en el desfile de Ze García, la marca del diseñador barcelonés José María García que se ha popularizado entre las millennials vistiendo a medida para fiestas y bodas desde su atelier de la capital catalana. Fue un arranque diferente para un primer día con poca agenda para salvar la coincidencia con la Mercedes-benz Fashion Week Madrid.