Jay-Z, amenazado de muerte por el presunto asesino de un joven negro

George Zimmerman, el vigilante de seguridad que mató a tiros al adolescente negro Trayvon Martin en 2012 en Florida y quedaba absuelto un año después, amenaza ahora de muerte al rapero Jay-Z. “Sé cómo enfrentarme a las personas que me fastidian. Lo hago desde 2012”, ha dicho Zimmerman al portal de cotilleos The Blast tras afirmar que la productora del productor y esposo de Beyoncé está “hostigando” a su familia al grabar a las puertas de sus casas para realizar un documental sobre la historia del joven afroamericano asesinado.

La muerte de Martin, de 17 años, en febrero de 2012 y la consiguiente puesta en libertad de Zimmerman, un hispano de 28 años que declaró haber actuado en defensa propia, causó gran conmoción en Estados Unidos, provocando manifestaciones en todo el país durante varias semanas y reabriendo el debate de la discriminación racial y la igualdad de los ciudadanos ante la justicia.

Una polémica que la productora del rapero quiere ahora rememorar en el documental Rest In Power: The Trayvon Martin Story. Según The Blast, Zimmerman también ha amenazado al productor ejecutivo del proyecto y socio del rapero, Mike Gasparro, que junto a su equipo hicieron varias visitas no consentidas a los hogares de sus padres y su tío en Florida, intentando captarlos ante las cámaras sin autorización previa. “Cualquiera que me fastidie a mí o a mis padres será carne de cocodrilo”, ha insistido el vigilante.

Trayvon Martin salió a comprar gominolas y un refresco la noche del 26 de febrero de 2012. Al regresar, el vigilante de seguridad del complejo vecinal se fijó en él. George Zimmerman llamó a la policía y le identificó como un negro “muy sospechoso”, que parecía que “iba drogado o algo”, encapuchado y caminando en medio de la lluvia. Fuentes policiales revelaron que Martin atacó por la espalda a Zimmerman cuando este regresaba a su vehículo, que le dio un puñetazo en la nariz y que golpeó su cabeza contra la acera en repetidas ocasiones, lo que provocó que el vigilante se defendiese con varios disparos en el pecho del joven que le provocaron la muerte. Pero esos detalles que no estaban incluidos en el primer informe policial, en el que solo se especificaba que Zimmerman sangraba por la nariz y tenía una herida en la cabeza.

El autor del disparo quedó entonces en libertad tras alegar que había actuado en defensa propia, a pesar de que Martin no iba armado y de que había reconocido en una llamada a la policía que se disponía a perseguir al joven.