Donde habita el buen gusto
ANTES DE UNIRSE a Napoleón Bonaparte y convertirse en emperatriz de Francia, Josefina de Beauharnais pasó una temporada en la abadía de Pentemont mientras solicitaba la separación de su primer marido, Alejandro. Tiempo después, aquel lustroso edificio, sito en el número 37 de la calle de Bellechasse de París, se transformó en otro tipo de templo, en este caso bajo la advocación de la elegancia y el buen gusto. Porque allí, en la margen izquierda del Sena, se encuentra una de las sedes de Yves Saint Laurent. Inspirada en direcciones postales con historia, la maison ha diseñado tres perfumes unisex que se incorporan a la familia de Le Vestiaire des Parfums. La colección, lanzada en 2015, recrea la indisoluble relación entre la moda y las fragancias a través de algunos de los iconos de YSL, desde sus diseños clásicos hasta sus materiales fetiche, pasando, como en esta ocasión, por sus localizaciones geográficas.
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