El rompecabezas francés del lenguaje inclusivo
El Gobierno de Macron prohíbe el uso de la gramática igualitaria en los ministerios
Tras semanas de debate, Francia pone fin a la moda del lenguaje inclusivo. Por lo menos, en los textos oficiales. El primer ministro, Édouard Philippe, distribuyó ayer una circular a las distintas áreas del Gobierno en la que prohíbe el uso de la gramática igualitaria en todo documento publicado en el Boletín Oficial del Estado. Philippe abogó por utilizar las reglas vigentes por “razones de inteligibilidad y claridad de la norma”. El primer ministro seguía así las recomendaciones de la Academia Francesa, que en octubre dijo que este método inclusivo suponía “un peligro mortal” para la lengua.
En un tímido signo de apertura, Philippe abogó por feminizar sistemáticamente los nombres de cargos públicos, pero, a la vez, desestimó la medida más contestada: integrar un sufijo femenino en cada término masculino y separarlo con un signo tipográfico, como un punto medio. Por ejemplo, para referirse a los electores y las electoras a la vez, habría que escribir électeur·rice·es. “El masculino es una forma neutra”, zanjó Philippe en esta circular. Su decisión invalida la guía de comunicación igualitaria aprobada por un órgano gubernamental en 2015, bajo la presidencia de François Hollande, que abogaba por el uso de la inclusividad en los textos oficiales.
Francia llevaba semanas con este debate. La tormenta se desató en septiembre con la publicación de un manual escolar para la asignatura de Educación Moral y Cívica, el primero escrito usando el lenguaje inclusivo. El libro puso en pie de guerra a gran parte de la clase política y los intelectuales, que no dudaron en tildarlo de ridiculez.
Pese a todo, la escritura igualitaria no parece destinada a desaparecer. El Ayuntamiento de París la ha adoptado en sus comunicados. Algunos medios, como la edición francesa de Slate, también. Además, el procesador de texto Word acaba de agregar una opción de corrección inclusiva en su última actualización. Y la Asociación Francesa de Normalización, a cargo de la estandarización tipográfica, estudia añadir el punto medio en los teclados franceses a partir de 2018.
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