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CLAVES
Columna
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Modelo Barcelona para la UE

Pese a la autoflagelación secesionista, la capital catalana permanece fiel al espíritu olímpico de 1992

Xavier Vidal-Folch
La Torre Agbar.
La Torre Agbar.Xavi Torrent (Getty Images for Autism Speaks)

Es inútil ocultar que el procés soberanista daña a la candidatura de Barcelona a la Agencia Europa del Medicamento (EMA).

Pero sería idiota que la UE olvidase hoy que las principales rivales de la metrópoli mediterránea, Bratislava y Milán, son emblema de graves crisis secesionistas.

El Parlamento eslovaco, con sede en Bratislava, declaró la independencia de Checoslovaquia en 1992, sin referéndum. La consumó en 1993. ¿Merece premio?

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Milán es cuna y capital de la República Federal de Padania, proclamada unilateral e ilegalmente en 1996 a instancias de la Lega separatista y xenófoba. Fracasó. La Lega es hoy un Frankenstein ultra, aliado del Frente Nacional francés, de la familia Le Pen. ¿Es portaestandarte de estabilidad y de valores europeos?

Pese a la autoflagelación secesionista, la capital catalana permanece fiel al espíritu olímpico de 1992, que alumbró los mejores y más humanos JJ OO de la historia, gracias al modelo Barcelona. Que consiste en una compacta red de complicidades público-privadas; entre distintos niveles de gobernanza (Estado, Generalitat, Ayuntamiento); entre metrópoli y entorno, entre jóvenes y viejos. Es paradigma de cómo federar, ejemplo de consenso y unidad entre dispares, modelo para Europa.

¡Si es así!: en este momento de crisis, cuando los socialistas han sido excluidos del Gobierno municipal, su líder, Jaume Collboni, estará hoy en Bruselas, defendiendo codo a codo con sus ejecutores la virtud de su ciudad como candidata. Eso sí es épica. Y estética. Y además, los nuevos comisionados de Cultura (Joan Subirats) y Promoción Económica (Lluís Gómez) exhiben perfiles de capacitación a prueba de bomba.

Barcelona aventaja a sus rivales. Es la opción de excelencia. La única que cumple los 19 requisitos técnicos; la ciudad que hizo unos JJ OO sin corrupción (recuerden el escándalo italiano de Parmalat, en la Parma de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria); la dotada de un verdadero clúster de salud (racimo de industrias, hospitales, empresas tecnológicas y centros de investigación del ramo); la poseedora del “mejor plan de continuidad científica para la EMA”, como ha escrito Javier Solana.

Y cocapital del país europeo, España, que más ha hecho en menos tiempo por la salud pública.

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