_
_
_
_
PORQUE LO DIGO YO
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Quiero ser negra

El racismo se cuela en el lenguaje con una naturalidad eufemística

Ana Marcos
La artista peruana Victoria Santa Cruz, en un momento de la performance 'Me gritaron negra'.
La artista peruana Victoria Santa Cruz, en un momento de la performance 'Me gritaron negra'.

Me crie en un país que en los noventa era lo suficientemente pobre para que los migrantes solo lo usaran de paso a Francia, Alemania o a Inglaterra. Hacia un futuro un poco más prometedor. Por eso era complicado ver por Madrid un negro, un latino, un árabe o un chino. Y por eso el racismo era una cosa de la televisión y el cine.

La España del pelotazo atrajo a los primeros migrantes. La crisis posterior, los síntomas racistas. Resultó que quienes ocuparon los trabajos que los españoles no querían, se convirtieron en usurpadores de esos mismos empleos. También eran los culpables del colapso de la seguridad social o de la mala calidad de la educación pública. Xenofobia coyuntural de la que seguimos curándonos las heridas.

Ahora que vivo en Colombia, una sociedad multicultural compuesta por negros, indígenas y blancos, intento comprender otra forma de racismo. Esta es estructural, está socialmente establecida y aceptada. La prueba es que se cuela en el lenguaje con una naturalidad eufemística.

Esta circunstancia convierte a una niña negra colombiana en viral por querer ser negra. Una sorpresa para algunos de sus conciudadanos. Una nueva bandera para las regiones afro del país, las más olvidadas por el Estado. El mensaje de esa pequeña ha conseguido la misma categoría social que el famoso poema Me gritaron negra, de la artista peruana Victoria Santa Cruz, gracias al Colegio del Cuerpo. Los bailarines de esta formación cartagenera honran a Nina Simone con el presente y el futuro de la negritud americana en Anger/Negra.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Ana Marcos
Redactora de Cultura. Forma parte del equipo de investigación de abusos en el cine. Ha sido corresponsal en Colombia y ha seguido los pasos de Unidas Podemos en la sección de Nacional, además de participar en la fundación de Verne. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y Máster de periodismo de EL PAÍS.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_