Parodia

Les supongo enterados de la polémica surgida con la nueva película de Torrente. Se iba a llamar Torrente 6: España se rompe y era una parodia del tema catalán, pero los productores han rechazado el guion. Por lo que ha trascendido, como extras famosos aparecían Álvaro de Marichalar y Julian Assange citando a Sancho Panza, un barco de crucero para alojar a la policía con Piolín y Silvestre pintados en el casco, un guardia civil cantando un fandango en camiseta a unos independentistas en un balcón y una exministra socialista montando un pollo en un restaurante porque le traían Font Vella. Pero al margen de estos detalles poco creíbles, lo que ha retraído a los productores es que había escenas que podían ofender la inteligencia de los espectadores catalanes, sobre todo los independentistas. El presidente de la Generalitat se pasaba media película sin aclarar si había declarado o no la independencia, al final proclamaban una en plan homeopatía —que solo tiene efectos en los que se la creen, y a veces ni eso— y aparecían los de la CUP abrazándose muy moñas como en las uvas de Nochevieja. Luego todos como niños jugando con los móviles, hasta el president mandaba fotos de mentira desde su despacho mientras cogía el coche con unos consejeros y se largaba a Francia. En el viaje discutían por la música y unos preguntaban a otros de qué les habían puesto el bocadillo. Llegaban a Bruselas en semana festiva, con todo cerrado y nadie les hacía ni caso. En una secuencia el propio Torrente se moría de la risa con los chavales que se manifestaban y creían estar protestando contra Franco, a estas alturas. No solo es que la historia fuera poco verosímil, es que al final no tenía ni gracia.