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Dimitar Sasselov I Científico del telescopio espacial Kepler

“Estamos diseñando un sistema químico que se comporta como un ser vivo”

Este científico de Harvard dirige un proyecto para crear formas de vida como las que podrían existir en otros planetas

Nuño Domínguez
Dimitar Sasselov, antes de la entrevista.
Dimitar Sasselov, antes de la entrevista.Kike Para

Dimitar Sasselov (Nessebar, Bulgaria, 1961) dirige un programa para crear alienígenas. Este astrofísico de la Universidad de Harvard es experto en física estelar y forma parte del equipo científico del telescopio espacial Kepler. Desde su lanzamiento en 2009 este observatorio de la NASA ha descubierto 2.300 planetas fuera del Sistema Solar, unos 30 de ellos son mundos rocosos con un tamaño similar a la Tierra. En pocos años se enviará al espacio el Telescopio Espacial James Webb y comenzará a funcionar una nueva generación de telescopios que, por primera vez, serán capaces de analizar las atmósferas de esos planetas. Sasselov dirige la Iniciativa sobre los Orígenes de la Vida, un grupo interdisciplinar de 12 científicos que quiere responder una pregunta fundamental. “Si hay vida en otros planetas, ¿cómo vamos a encontrarla?”. De visita en Madrid para impartir una conferencia en la Fundación BBVA, el físico explica sus próximos objetivos en esta entrevista.

Pregunta. ¿Cree que hay vida en otros planetas y que se podrá encontrar?

Respuesta. Por supuesto que sí. Lo más importante es que por primera vez en la historia de la ciencia, podemos intentarlo. Sabemos cómo hacerlo, tenemos la tecnología necesaria y sabemos dónde buscar.

P. ¿En qué consiste la iniciativa sobre los Orígenes de la Vida?

Los responsables de los premios Nobel tienen que modernizarse, necesitan ayuda"

R. Pronto vamos a disponer de la tecnología necesaria para saber si hay vida en otros planetas, pero como científicos no entendemos bien lo que es la vida. ¿Cómo podríamos encontrarla si no se trata de una copia exacta del tipo de vida que hay en la Tierra?. Queremos entender el origen de la vida. Lo que llevamos haciendo los últimos 10 años es sintetizar las moléculas fundamentales y ver en qué circunstancias surge la vida y en cuáles no. Luego lo traducimos a las condiciones que vemos en los exoplanetas, en Marte, en las lunas de Júpiter y Saturno, y pronto información de otros planetas similares a la Tierra que orbitan otras estrellas. Esto engloba el estudio de la química, la biología junto con ciencias planetarias y astronomía, lo que es bastante inusual. Hay muy pocos lugares donde esto se ha intentado antes, uno de ellos es el Centro de Astrobiología de Madrid, que fue una inspiración para nosotros. Los astrónomos que trabajan en el proyecto están también involucrados en el desarrollo de los nuevos instrumentos para el telescopio espacial James Webb de la NASA y del Telescopio Gigante de Magallanes. Tendremos un espectrógrafo de luz que será específicamente diseñado para la búsqueda de vida en exoplanetas.

P. Uno de sus objetivos es sintetizar una nueva forma de vida

R. Estamos desarrollando un sistema químico que se comporta como un organismo vivo. Estudiamos cómo mezclar ingredientes básicos como el agua y las moléculas fundamentales que encuentras en otros planetas como dióxido de carbono, ácido cianhídrico y dióxido de azufre junto con luz ultravioleta para formar compuestos orgánicos de forma natural que se unen en pequeñas burbujas que emulan a células y que pueden reproducirse y evolucionar por sí mismas sin que los humanos dirijan cada paso. Es un sistema químico que simula la vida y se basa en la misma química. Nuestro objetivo no es crear vida igual que la de la Tierra, eso es muy difícil. Los microbios actuales son tan sofisticados que no se puede ir marcha atrás en su evolución para entender cuáles son los componentes indispensables. Esto se ha intentado durante medio siglo y no se ha conseguido. Con estos sistemas podemos estudiar cuáles son las leyes fundamentales de la vida, en qué ambientes puede formarse y qué sucede si esas condiciones cambian. Esto puede ayudar a los astrónomos a saber cómo buscar vida en otros planetas, porque no hay ningún sistema similar para saberlo.

P. ¿Cómo de lejos han llegado hasta ahora?

El biólogo Jack Szostak, uno de los cofundadores del proyecto, ha marcado los pasos necesarios y ha logrado completar siete de los ocho necesarios.

R. ¿Y cuánto tiempo le queda para dar el último?

Le ha llevado cinco años completar siete pasos, así que yo diría que no más de uno o dos años más.

P. ¿Qué sistemas solares y qué tipo de planetas son los más interesantes para encontrar vida?

R. Es la pregunta del millón de dólares. Desde un punto de vista práctico los mejores son los planetas que se parecen a la Tierra en tamaño y composición rocosa y que tienen un clima similar, es decir, reciben más o menos la misma energía que la Tierra del Sol. La estrella en cuestión puede ser diferente, pero podemos calcular cómo de lejos debería estar el planeta para tener la misma atmósfera, el clima, el agua líquida, etcétera. Estamos muy limitados por la cantidad de información que podamos obtener de objetos tan lejanos. Esto nos ha impulsado a estudiar las enanas rojas, estrellas mucho más abundantes y más cercanas. Hemos descubierto planetas muy prometedores, como Trappist-1 y Próxima b. Esos son nuestros objetivos de exploración para los próximos dos años.

P. Este año ninguno de los ganadores del Premio Nobel ha sido mujer, un hecho habitual sobre todo en los galardones de ciencia. Solo dos mujeres lo han ganado en Física en toda su historia y el palmarés en las otras disciplinas científicas es similar ¿Qué opinión le merece esto?

R. En EE UU, Europa y otros países, en la próxima generación de científicos de exoplanetas hay más mujeres que hombres. Si miras a los líderes de los nuevos proyectos en fase de diseño que se harán realidad en 10 o 20 años, por lo menos dos tercios están liderados por mujeres. Hay un lento relevo generacional y las mujeres cada vez tienen más presencia en esta parte de la física. Hay otras áreas que aún están dominadas por hombres, especialmente la física nuclear tan relevante durante la II Guerra Mundial con un predominio de los hombres que ha continuado hata ahora. En las ciencias de la vida, biología y química, el cambio está sucediendo. Es un campo donde también vemos muchos equipos liderados por mujeres, por ejemplo en la tecnología CRISPR, dos de los tres líderes son mujeres. Es natural. El objetivo de la ciencia es tener el mayor número de cerebros trabajando juntos en resolver los mismos problemas y es estúpido usar solo la mitad. Si lees las reglas del Premio Nobel, se supone que había que darlo a la investigación más interesante hecha en el último año. Y ahora los premios se dan a investigaciones que se hicieron hace 20 años, incluso algunos de los científicos están muertos para cuando quieren premiarlos. Es importante que se modernicen y empiecen a pensar en lo que pasa hoy, no hace 20 años. Creo que necesitan ayuda.

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Sobre la firma

Nuño Domínguez
Nuño Domínguez es cofundador de Materia, la sección de Ciencia de EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo Científico por la Universidad de Boston (EE UU). Antes de EL PAÍS trabajó en medios como Público, El Mundo, La Voz de Galicia o la Agencia Efe.

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