18 fotosTierra de brujasEl 93% de los tanzanos se toma muy en serio la brujería y, entre ellos, los sukuma del lago Victoria son los más acérrimos creyentes Tanzania - 20 oct 2017 - 07:27CESTWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceMageni Benge retratada en frente de su casa en la provincia de Mwanza, en el norte de Tanzania. Lleva en su cara las cicatrices de un ataque ordenado por su propio hermano, a quien un curandero local convenció de que era una bruja y responsable de la muerte de sus padres.Un típico recipiente para cocinar. En Tanzania, según la creencia popular, tener los ojos rojos es una señal identificativa de hechiceros. El uso de cocinas de leña o carbón en el interior de las casas, y el continuo contacto con ambientes llenos de humo, hace que muchas personas, sobre todo mujeres que dedican más tiempo a la cocina, tengan irritaciones oculares.Una curandera tradicional en su casa. Los curanderos pueden ser tanto hombres como mujeres y no hay ningún limite de edad. Muchas personas en Tanzania y en África siguen consultando a estas personas para todo tipo de necesidades, desde sanar enfermedades hasta garantizarse la buena suerte en unas elecciones.La habitación de Leah Kipemba. Sobrevivió a un ataque con machetes por parte de unos vecinos por ser considerada bruja. En la zona, las acusadas de tales magias son generalmente las mujeres mayores.Paisaje alrededor del lago Victoria. La creencia en los poderes mágicos y sobrenaturales es particularmente fuerte entre la etnia sukuma que vive en la zona. Según un encuesta realizada por el PEW Research Center en 2010, el 93% de los tanzanos cree en la brujería. El porcentaje fue el más alto entre los 19 países africanos encuestados.La hija de una pareja de ancianos asesinados en su casa por ser sospechosos de brujería. Ella y sus hermanos sostienen que sus padres fueron acusados de ser responsables de la muerte de varios niños de la aldea. Tales muertes (de niños o/y animales) suelen ser el motivo determinante para que una persona sospechosa de malas artes.El llamado “panga” es un cuchillo largo con una gruesa hoja de más o menos 40 centímetros montada sobre un mango corto. Se utiliza generalmente para abrir camino en zonas con vegetación muy densa y para cortar plantas, pero también se usa como arma. Los asesinatos de personas acusada de tener y/o utilizar poderes sobrenaturales son sumamente violentos y las agresiones van desde quemaduras hasta mutilaciones con este tipo de machete.Fotografía antigua de un curandero tradicional expuesta en el Museo Sukuma, en Kisesa. El Museo y el centro cultural Bujora promueven las artes tradicionales y la historia de la etnia sukuma. Tanzania cuenta con más de 120 grupos étnicos: con una estimación de 3,2 millones de miembros, esta minoría es la más numerosa de Tanzania.Unos niños juegan en los alrededores de una casa de una aldea cercana al lago Victoria. En la vivienda, cuentan, una pareja de ancianos acusados de brujería fueron asesinados.Rebaño de vacas de una pareja de ancianos asesinados por brujos. En algunos casos, los celos hacia una familia o parientes más ricos, pueden ser el origen de un acusación.Leah Kipemba, de 80 años y acusada de brujería, enciende el fuego para calentar el agua. Por el continuo contacto con el humo, el sol y el polvo, tiene los ojos irritados y rojos. En Tanzania, según la creencia popular, eso es una característica identificativa.Construcción típica en la que se desarrollan los rituales de sanación por parte de curanderos tradicionales. En 2015, durante un intento de frenar los asesinatos de albinos y las acusaciones de brujería, a menudo propiciadas por los mismos curanderos como solución de los males de sus pacientes, el Gobierno tanzano prohibió de manera oficial que los curanderos especializados en brujería ejercieran su oficio.Una curandera tradicional, en el campo detrás de su casa donde recolecta las plantas que utiliza para sanar sus pacientes. Aunque no hay ninguna prueba científica que avale sus tratamientos, muchas personas prefiere acudir a los curanderos tradicionales hasta para las enfermedades mas graves. El tratamiento generalmente consiste en la combinación de rituales, medicamentos y oraciones.Una calabaza seca, tradicionalmente utilizada por los curanderos como contenedor para las medicinas durante las ceremonias de sanación.Ibrahim Emmanuel Ndaro, un curandero tradicional de la localidad de Magu, en el noroeste de Tanzania, retratado durante una reunión con otros colegas. En el distrito hay más de 300 y su popularidad está muy vinculada a la escasez y los altos costes del sistema de salud publica tanzano.Despensa de la clínica gestionada por el curandero tradicional Ibrahim Emmanuel Ndaro en la localidad de Magu, en el noroeste de Tanzania.Un paciente internado en la clínica gestionada por el curandero tradicional Ibrahim Emmanuel Ndaro en la localidad de Magu, en el noroeste de Tanzania. La mayoría de los pacientes llegan a la clínica con graves trastornos mentales, a menudo atribuidos a una posesión demoníaca.El curandero tradicional Ibrahim Emmanuel Ndaro muestra las fórmulas que inscribe en una piedra para propiciar la curación de sus pacientes. Para ejercer este oficio no es necesario ningún certificado oficial.