"En absoluto. Cada uno tenemos preferencias personales y mezclar el café con leche y hielo es muy común", reconoce Marcello Arcangeli, director internacional de Lavazza Training Center. En España, el café con leche es la bebida más popular a cualquier hora del día, incluso después de cualquier comida. No ocurre lo mismo en la cuna del expreso: "En el norte de Italia, por ejemplo, se prefiere un espresso lungo (expreso largo) o un ristretto (corto, más intenso que el expreso); l amayoría con azúcar. Cuando eligen un espresso macchiato (cortado), a veces añaden espuma de leche y cacao en polvo, a menudo en un vaso de cristal, convirtiéndose en el denominado marocchino", cuenta Arcangeli. "En cambio, en el centro y en sur, la gente prefiere un café intenso, de sabor puro y profundo". Los italianos también tienen algunas recetas más divertidas, como el café shakerato: un expreso agitado con hielo y a veces licor.Según la Federación Española del Café los españoles consumimos 170.000 toneladas de café al año, lo que equivale a 599 tazas por habitante. Sin embargo, no somos muy selectivos a la hora de repartir las modalidades a lo largo del día: el café con leche es el rey indiscutible a cualquier hora. Los italianos para eso son mucho más escrupulosos: "Pedir un cappuccino en Italia tras una comida es una señal inequívoca para detectar turistas. Nosotros somos muy estrictos sobre los horarios en los que consumimos nuestros cafés", apunta Arcangeli. "Un cappuccino está bien para el desayuno o media mañana". Después de una buena comida, sin embargo, si el expreso no es suficiente, un caffè corretto —expreso con un chorrito de grappa u otros licores— puede ser considerado una opción honorable para los italianos.Mejor, en cafetera italiana (moka). Luigi De Ponti patentó en 1933 la cafetera moka para la marca Bialetti que, después de 84 años, continúa fabricando el mismo modelo. Millones de hogares en todo el mundo se ponen en marcha cada mañana con la famosa cafetera italiana pero, ¿de forma correcta? Repasemos: 1. Llenar el filtro con café hasta los bordes sin sobrellenar. 2. Nunca presionar el café hacia abajo en el filtro y no agujerearlo (esto alteraría el tiempo de contacto ideal entre el agua y el café). 3. Colocar el café en el filtro golpeando suavemente el fondo sobre una superficie plana. 4. Insertar el filtro en la cámara de la caldera. En realidad, la forma de hacer el café en la medida correcta es tener la cafetera correcta. Hoy en día vienen en diferentes tamaños, de una a dieciocho porciones de 50ml. "Nunca interrumpa la extracción de café para tener solo una taza pero, sobre todo, nunca caliente el café extraído para beberlo al día siguiente", advierte Arcangeli. El café de un día para otro tendrá un sabor amargo, ácido y especialmente oxidado."Cuando se trata de preparar café con una moka, ¡deje que se llene completamente antes de verter la primera taza! La mayor parte del sabor en una cafetera se origina en las primeras etapas de la elaboración. Y si vierte la primera taza demasiado pronto, no sólo resultará demasiado fuerte, sino que se estará perdiendo lo mejor y además estropeará el resto de cafetera para los demás. El café comienza a ser extraído por el embudo tan pronto como el agua empieza a calentarse. El gorgoteo nos dice que el agua ha terminado: apagar el fuego evita que el café hierva y se queme. Una vez que esté listo, hay que agitar el café con una cucharita para mezclarlo bien y luego verterlo en la taza", recomienda el experto.Algunos estudios apuntan a que el consumo moderado de café podría disminuir la aparición de demencias, incluida la asociada a la enfermedad de Alzheimer. Aunque no se conocen aún los mecanismos por los que se desencadena el proceso, investigaciones preliminares aseveran que la cafeína tiene un papel directo en el trastorno. Usted es consciente de estos beneficios. Tanto, que se le ha ido la mano preparándolo y le ha quedado para el desayuno del día siguiente. Pues bien, ¿qué debe hacer? ¿Calentar el café y la leche por separado, juntos, al fuego, en el microondas? Según el experto, "recalentar un café en el microondas destruye cualquiera de los aromas que aún quedaban desde que se preparó el café por primera vez. Debido a que el aroma del café es responsable de todo lo que da sabor a café, romper los aromas significa romper el sabor y hacer que sepa a rancio. La mejor manera de recalentar el café es calentándolo en los fogones a baja temperatura".Son muchas las locuras que se pueden engendrar con una simple taza de café. En el medio oeste americano lo toman con huevo. Mezclándolo, batido (incluso con cáscara) con el café molido. En los países anglosajones, en Navidad se toma el eggnog latte, café espresso con leche batida con huevo y azúcar. En Vietnam, con yema, azúcar y leche condensada. Algunos echan limón al café con hielo para darle frescor… Mantequilla y aceite de coco para darle untuosidad; puré de calabaza, canela y clavo en otoño; y tónica: una mezcla de sabores dulce, amargo y ácido, que, dicen, funciona. No obstante, la cafetera italiana es un clásico en muchas cocinas y posiblemente el método más habitual de preparar café. ¿Pero por qué tipo deberíamos decantarnos? ¿Natural, mezcla, variedad arábica, otro...? Según Argeli, "lo que hace que una experiencia de café sea perfecta es la calidad del producto y el molido. Con la mezcla, las variaciones son infinitas y las diferentes combinaciones, junto con el tipo de tostado, ofrecen matices de sabor ilimitados"."Los verdaderos aficionados y los bebedores de café más valientes lo toman siempre sin azúcar, pero está bien que cada uno lo añada en su taza en función de su gusto personal", aclara el experto. Sugerencia: si prefiere que el café sepa dulce porque no le gusta la amargura natural del café, no agregue más de 2g de azúcar. La sacarina cambia el sabor del café. ¿Y si lo tomamos en una taza en vez de en un vaso? ¿Podríamos estar alterando su sabor sin darnos cuenta? "La diferencia entre la porcelana y los vasos de cristal es la siguiente: la porcelana mantiene la temperatura del café por más tiempo, o sea que mejor. Si el café es espresso, la mejor opción es la porcelana blanca para apreciar mejor su color y su crema", añade el Arcangeli.Considerando que una taza de café se compone de agua en el 95%, es importante usar agua fresca de bajo contenido mineral para evitar que el sabor y el aroma del café se vean alterados. "El uso de agua embotellada es muy recomendable, aunque si esto no es posible, se puede usar una jarra de filtro. No obstante, el agua caliente debe evitarse en la preparación de la cafetera moka porque el café podría hacerse demasiado rápido, dando como resultado una extracción insuficiente con notas amargas", aclara el experto. Otro efecto desagradable del agua dura es la creación de piedra caliza, que es la principal responsable de los daños en las cafeteras. Además, "nunca use agua caliente para acelerar el proceso de ebullición puesto que los valores del agua del grifo son diferentes de una ciudad a otra, y si el nivel de dureza es alto tendremos una taza más amarga", concluye.
