Fernando Vijande, mecenas a la española
LA IDEA INICIAL de Fernando Vijande (1930-1986) era regentar una tienda de antigüedades. Nada más lejos de lo que acabaría siendo su carrera, porque, aunque se dedicó al comercio de arte, se escoró hacia el otro extremo de la flecha del tiempo: lo más rabioso de la contemporaneidad. Primero lo hizo en la transgresora galería Vandrés, inaugurada en 1971, donde el régimen de Franco llegó a clausurar exposiciones. El espacio Fernando Vijande, su siguiente aventura, vio pasar en obra y carne a mitos como Warhol o Mapplethorpe, estrellas que avivaron la llama de la revolución sociocultural del Madrid de los ochenta. La Fundació Suñol de Barcelona invoca ahora su recuerdo a través de una muestra con obras de decenas de creadores a los que contribuyó a engrandecer con su mecenazgo.
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