Alexander Taylor, pensar con los pies
ALEXANDER TAYLOR entró en el mundo de la moda por la puerta trasera. El gigante de material deportivo Adidas le contrató en 2008 para trabajar en un diseño para los Juegos Olímpicos de 2012. De aquel proyecto surgió Primeknit, zapatilla de una sola pieza que parecía un calcetín, realizada con un tipo de tecnología que se emplea en la fabricación de sillas. No en vano, Taylor había comenzado su carrera diseñando mobiliario. La racionalización es la piedra angular de su planteamiento: “En esa época las zapatillas se hacían con 15 o 20 componentes, y mi primer impulso fue reducirlos a uno. Esto permite no solo llegar a algo más puro y más eficiente: simplificar puede llevar a crear un producto mejor a largo plazo”.
Durante casi un decenio, Taylor ha alimentado el espíritu creativo de Adidas con diseños audaces cargados con un fuerte mensaje. Y se ha convertido en uno de los artífices de la revolución que está protagonizando la industria del calzado deportivo.
La metodología de este británico, que él mismo denomina low-tech, se construye sobre el ensayo-error y la transferencia de conocimientos y prácticas entre industrias. Así lo explicaba el propio diseñador, recién llegado de Londres, en el Festival Demo. Este encuentro de referencia que se celebra anualmente en el Museo del Diseño de Barcelona reunió en su última edición a creativos de todo el mundo para hablar precisamente de procesos en un momento en el que se tiende a reseñar solo los productos acabados.
La niña de sus ojos es el prototipo que ideó para la compañía en 2015 junto a Parley for the Oceans, la organización que se dedica a rescatar toneladas de plástico del fondo marino con la intención de darles nuevos usos a través del reciclaje. Una idea que tuvo que ejecutarse en el plazo de una semana, pero que causó un gran impacto en el sector con su empeine cosido con hilo azul procedente de plástico reciclado. “Una de las cosas más importantes de este proyecto es que pone en evidencia el poder del diseño como una herramienta de comunicación. El zapato no estaba ni acabado. Es algo que hicimos en seis días, pero era un objeto que llevaba un mensaje”.
Su pasado como creador de objetos y muebles le ha permitido imaginar cada nueva zapatilla mucho más allá de la estética. “La innovación puede tratar también de algo muy práctico, que te lleve a hacer intervenciones muy simples que actualicen un proceso u ofrezcan una alternativa que ya existe”.
Tras el lanzamiento de varias ediciones limitadas de deportivas, Taylor presentó antes del verano la colección más comercial de Adidas × Parley con zapatillas en las que gran parte de sus componentes son reciclados y hacen un guiño a aquel primer modelo pespunteado en hilo azul. “Ha sido una colaboración muy satisfactoria. Ahora toca seguir creando productos que contribuyan a promover mensajes que ayuden a mejorar el mundo”.
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