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En Texas, las agencias adoptivas pueden negar niños al colectivo LGTB

La nueva ley HB 3859 aprueba que las agencias católicas de adopción se puedan oponer a colocar niños al colectivo LGTB, a personas solteras y divorciadas

Robert Daemmrich Photography Inc (Corbis via Getty Images)

El estado de Texas acaba de aprobar recientemente una ley denominada House Bill 3859. Una legislación que permite a las agencias de adopción católicas oponerse a dar servicio a todas las familias que crean oportuno en función de la denominada “libertad religiosa”, es decir, aquellas agencias auspiciadas por alguna organización católica. Esto supone que pueden negarse a colocar a los niños en familias formadas por parejas LGTB (lesbianas, gais, transexuales y bisexuales), así como entregarlos a padres solteros o a familias en las que alguno de sus miembros se haya divorciado con anterioridad.

La nueva normativa, no solo afecta a los servicios de colocación , sino a los servicios de asesoramiento y a los diversos recursos para todos los niños que se encuentran en situaciones familiares complicadas en Estados Unidos, según informan varios medios estadounidenses. Se pronostica que esta ley tendrá un amplio alcance, ya que va a afectar a las organizaciones que ofrecen una amplia variedad de opciones de atención para un gran número de niños.

El gobernador del estado de Texas y republicano, Gregg Abbott, firmó el pasado 15 de junio la ley en la Cámara de Representantes en Washington DC, una normativa que entra en vigor en septiembre y que se suma a la lista de proyectos de ley que discrimina a este colectivo, como la SB 522, que permite no emitir licencias de matrimonio a parejas del mismo sexo, entre otras. Por su parte, el representante del proyecto de ley, también republicano, James Frank, aseguraba hace unos días en unas declaraciones a la CNN que la ley HB 3859 protege los derechos de las organizaciones basadas en la fe, para ejercer su misión religiosa de servir a los demás sin temor a represalias. “Sin protección legal, estas agencias de adopción religiosas podrían detener por completo todos sus servicios de acogida y el problema se agravaría, pues existe una escasez preocupante de hogares que adoptan en Texas”.

Los votantes a favor de la ley HB 3859 son en su mayoría republicanos, partido del gobierno al que pertenece Donald Trump, el cual posee mayoría tanto en el Senado como en la Cámara de Representantes de Estados Unidos. Por otro lado, los que se oponen a esta ley, en su mayoría, demócratas, consideran una ley discriminatoria, bajo el disfraz de la religión, en las que se favorecen y priorizan los intereses y el bienestar de las personas cristianas sobre el bienestar de los menores.

Frente a esto, las organizaciones nacionales de bienestar de la infancia, como la Liga para el Bienestar de los Niños de América (CWLA), el Instituto de Adopción Donaldson, el Consejo Norteamericano de Niños Adoptables (NACAC), y la Voz para el Desarrollo y la Adopción Internacionales (VIDA) han condenado este proyecto de ley en una carta a los legisladores, según declaraciones escritas a la web oficial de la Campaña de Derechos Humanos de Estados Unidos.

“Esta ley va a dañar a los niños. Se trata de personas que esperan un hogar y se ven obligados a permanecer mucho más tiempo sin familias. Los servicios de bienestar de la infancia deben guiarse por el principio general que guía todo el derecho que tiene una familia, abogar por el interés del niño”, argumenta la directora de la organización, Marty Rouse. “El mayor interés para un niño que busca y necesita una familia que les quiera no es precisamente negarle una familia, sea cual sea su composición que lo que quiere es ofrecer su amor y su vida, simplemente porque no comparta los principios de fe de la agencia de colocación en cuestión”, añade.

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