_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Como de todo. Menos pulpo

Aún separada de la cabeza, su piel es capaz de leer la luz en un espacio e imitarla

Venta de pulpos en un mercado en Tokio, Japón.
Venta de pulpos en un mercado en Tokio, Japón. JAMES LEYNSE / GETTY IMAGES

Déjeme empezar diciendo que soy atea, no soy vegetariana, no compro orgánico y como de todo. Excepto pulpo. Me encanta, no me causa alergia, y sin embargo ya no lo puedo comer.

Es un bloqueo empático, pero de una empatía atípica. Por regla general, la empatía se genera en el reconocimiento de uno mismo en el otro, gracias a las famosas neuronas espejo. Pero yo no he dejado de comer vaca por sus grandes ojos amorosos. Ni pollo a pesar de las granjas inhumanas. Ni ciertos peces aunque sé que nos los estamos acabando. Nada de eso ha activado en mí ni culpa ni piedad. En cambio, después de un periodo de lecturas pulpísticas obsesivas, el pulpo -la idea misma de un pulpo en pedazos, dispuesto en la mezcla de aceite y pimentón que antes me hacía chuparme los dedos- comenzó a generarme un asco súbito, moralino, incontenible. Como si en el pulpo derrotado viera a un hermano caído.

Porque si bien mi bloqueo no es propiamente ético (no al modo, por ejemplo, del vegano promedio) sí tiene algo de cofradía. Al pulpo lo respeto demasiado. Mi empatía es quizá racional o nomás pretenciosa o, en el mejor de los casos, denota una apertura a lo Otro. Porque el pulpo no se parece a nosotros. De hecho, según Peter Godfrey-Smith en su libro “Other minds”, es lo más parecido que tenemos en la tierra a una mente extraterrestre. Pero la palabra clave es mente. El pulpo es inteligente. No sabemos qué piensa pero sabemos que piensa.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Un pulpo ve, mira, registra, aprende por observación, resuelve problemas, y cualquier otro verbo que implique poseer una mirada atenta y capaz. Además, un pulpo se escapa de donde sea (por tierra o por mar) y se camuflajea mejor que cualquier otro animal. Esto también depende de su particular mirada: cambia de coloración según lo que ve, a pesar de que, extrañamente, no ve color. Es daltónico. Lo que percibe e imita son sutiles variaciones de brillosidad. Pero eso no es todo. Un pulpo no ve sólo con los ojos. Ve con el cuerpo. Ve con la misma piel que muta a cada instante. Aún separada de la cabeza, su piel es capaz de leer la luz en un espacio e imitarla.

Déjeme cerrar diciendo que tampoco me hago ilusiones. Es muy probable (aunque no seguro, porque en personalidades varían tanto como los humanos) que por mí o por usted, un pulpo sentiría curiosidad. Pero difícilmente la empatía que yo le profeso. Un pulpo es asocial, solitario y pasa su vida agazapado. Aunque de mí, al menos, ya no tendrá que esconderse.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_