Champagne Marie-Courtin, fresas salvajes

FRUTA MADURA, roja, intensa. Talco. Finura y frescura. Tanicidad y austeridad. Goloso: confitura de arándanos rojos y naranja escarchada en un roscón de Reyes. Concordance 2012 es un vino que nace como síntesis del yin y el yang del sur de Champaña, en el pueblo de Polisot. Es tan sutil como firme, tan intenso como delicado. Con las horas, la copa no deja de dibujar las dos caras de ese raro equilibrio: mermelada de frambuesa como alma de bizcocho. Transparencias de la acidez y sombras de madurez y de arcilla roja. Lúcido y misterioso, corazón de fresa silvestre y cuerpo de matorral y espinas. Es fuerte en su esencia, pero suave en sus formas. Sabe a tradición y, al mismo tiempo, a profunda renovación. La concordancia entre quien lo hace, Dominique Moreau, y la tierra que le ofrece complicidad y uvas tiene el nombre y el perfume de lo antiguo, de la púrpura nacida en un océano que ahora es colina.