El compromiso del ‘Guernica’
El 26 de abril de 1937 aviones de la Legión Cóndor lanzaron sus bombas sobre Guernica convirtiéndola en mártir. Era su ensayo de la muerte a distancia desde el aire, denunciado por los corresponsales de prensa extranjera. El Gobierno de la Segunda República encargó a Picasso una obra alusiva. Este pintó en tonos grises un cuadro, cargado de simbolismo, para la Exposición de París de 1937. Toda una alegoría inspirada en Los desastres de la guerra, de Rubens y de Goya. Tras la Guerra, el Guernica peregrinó por Europa, recalando en el MOMA de Nueva York, hasta 1981 en que regresaba a España este “último exiliado”. Lo que ahora celebra el Museo de Arte Reina Sofía.
Las guerras no cesan. Y el Guernica de Picasso, auténtico “icono del siglo XX”, mantiene vigente su grito de protesta contra sus terroríficas consecuencias. Su compromiso por la paz.— José María Martínez Laseca. Soria.
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