“El José Francisco, el de la charcutería, es de la secreta”
TERESA DONAIRE ha pasado de tener “ligeras sospechas” a defender con contundencia que el José Francisco, el marido de la Adelita, esa mujer que tiene el pelo largo que siempre va así, muy pizpireta ella…, que tiene un hijo que es muy obeso, casi mórbido…, ¿sabes quién? Pues es un agente de la policía secreta. Lo dice sin que le tiemble la voz ni sin miedo a represalias, porque cree que la gente tiene derecho a saberlo.
¿Quién es el José Francisco? Sí, hombre, seguro que lo conoces… El de la charcutería. La charcutería buena no, la otra. La que está en el mercado entrando a la derecha. Allí hay dos hombres atendiendo siempre. Uno más joven, que lleva trabajando cinco años, y otro más mayor. Pues el mayor es el José Francisco. O eso dice él.
¿Cuánto hace que lo conoce? Uy, yo le conozco desde hace más de 30 años. Pero ahora ya no compro en esa charcutería. Lo hago en otra que está al lado de la farmacia. He cambiado de tienda porque creo que el José Francisco no es charcutero ni es nada. Y además en la que voy ahora tienen jamón de bodega. Es más barato y más malo, dónde va a parar, pero tiene menos grasa. Y yo tengo colesterol, por eso compro ese jamón aunque me guste menos. Y el José Francisco tiene solo jamones buenos, que son más ricos y más caros y tienen más grasa, que a mí me va mal.
Y el José Francisco… Pues eso, que es de la secreta.
¿Qué le ha hecho pensar que es de la policía secreta? Ves que no está por lo que tiene que estar, sino que está por informarse. Típico de la policía secreta.
¿Cuántos años lleva este señor haciendo de charcutero? 30 años, porque tiene mi edad. O eso dice él. Llegó al pueblo hace 30 años y se hizo charcutero enseguida. Nadie le preguntó nada. Ahora la charcutería es suya. La compró. Es un negocio muy rentable.
Él se hizo de la secreta para ir patrullando el pueblo como hace la secreta.
¿Y sigue siendo de la secreta? Él se hizo de la secreta para ir patrullando el pueblo como hace la secreta. Estuvo siguiendo a unos chavales que hacían jaleo. Supongo que alguno de ellos se percató del asunto y él entró en la charcutería en plan decidido. Dijo “hola”, para disimular. Y consiguió un trabajo y todo.
¿Y sigue ahí 30 años después? Para disimular.
La policía es muy obcecada. Bueno, es que se ha casado y todo. Ya digo, para disimular. Con la Adelita, que es una señorona muy del pueblo que se cree alguien porque está casada con uno de la secreta que además es dueño de una charcutería. Va por ahí como insinuando “mi marido es de la secreta y charcutero para disimular, pero eso no le hace menos de la secreta”. No lo dice, pero lo da a entender.
Quizá le avergüenza ser charcutero e intenta parecer más interesante. Pues no creo, porque ha abierto tres locales más. El negocio le va tan bien que ha tenido que abrir franquicias. Si no hubiera abierto franquicias, con la de dinero que gana, hubiera sido sospechoso y se hubiera desmontado su farsa y se hubiera sabido que es policía. Es una de las personas más ricas de la ciudad. La tapadera se le ha ido de las manos.
Así que es de la secreta, el José Francisco. Fíjate tú por dónde, de la secreta nada menos, quién lo iba a decir. ¿Usted sabe cuál es el producto estrella de la charcutería del José Francisco?
No me lo diga, el secreto ibérico.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.