Veganismo: un estilo de vida sostenible
Barcelona acoge la Veggie World, la feria vegana más grande de Europa
Hoy en día es innegable la capacidad que tenemos todos y todas de convertirnos en agentes del cambio. Es tan sencillo como elegir ser consumidores responsables. Nuestras decisiones a la hora de comprar influyen en la forma de producción. La misma ley de oferta y demanda que acaba con los recursos de nuestro planeta es la que puede reparar los daños, si escogemos de manera ética los productos que consumimos (o dejamos de consumir).
Sustituir el consumo de productos de origen animal por otros de origen vegetal es una de las formas más eficaces de conseguir un mundo más sostenible y justo. Hace ya más de 10 años la FAO publicaba “La larga sombra del ganado”, un informe donde se señalaba la imperiosa necesidad de disminuir drásticamente el consumo de carne, a fin de reducir nuestra huella ecológica. En 2009, la FAO publicó otro estudio en el que indicaba que la actividad ganadera producía el 14.5% de los gases de efecto invernadero vertidos a la atmósfera. Cuatro años después, informaba de que más del 70% de las tierras agrícolas se utilizaban para el pastoreo y para el cultivo de alimentos para el ganado en todo el mundo.
En definitiva, la producción pecuaria era y es uno de los principales agentes de la deforestación, la contaminación del agua y de la atmósfera, la pérdida de biodiversidad, el calentamiento global y un largo etcétera. La ONU reforzaba estos datos publicando, en 2014, un informe en el que afirmaba que “Un cambio global hacia una dieta vegana es vital para salvar al mundo del hambre, la escasez de combustible y los peores impactos del cambio climático”.
Más apabullantes que los datos sobre el impacto medioambiental del consumo de carne, son los de las vidas truncadas. Las cifras más recientes del Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente son escalofriantes. Tan solo entre enero y octubre de 2016, fueron sacrificados en los mataderos españoles más de 39,5 millones de cerdos, 7,4 millones de corderos y 553 millones de pollos. Más allá del número de muertes, hay que tener en cuenta las horribles condiciones en las que viven los animales destinados al consumo humano. Cerdos hacinados que mueren por asfixia, gallinas cuyos picos son cortados para evitar que se automutilen debido al estrés, lechones a los que les cortan el rabo y los dientes nada más nacer... Con esta información, parece evidente afirmar que la ganadería industrial es la causa número uno del maltrato animal en todo el mundo.
Gracias tanto a estos informes oficiales como a la incansable labor de asociaciones por los derechos de los animales, mostrando las horribles prácticas de la ganadería industrial, cada vez más personas adoptan un estilo de vida vegano o, al menos, reducen el consumo de productos de origen animal. Según un reciente estudio de la consultora Lantern, actualmente en España el 7.8% de la población es veggie (vegana, vegetariana o flexitariana). Esta evolución también se ve reflejada en el número de negocios que se adaptan a esta nueva ética de consumo. Por ello, tan solo en nuestro país, el número de restaurantes 100% vegetarianos se ha duplicado en los últimos 5 años.
Esta revolución no contempla solo la alimentación, también abarca el mundo de la cosmética y la moda. En cosméticala preocupación ya no solo se queda en la lucha contra el testado en animales, sino que cada vez más marcas apuestan por unos productos 100% vegetales y sostenibles. Se dejan de utilizar ingredientes que antes pasaban desapercibidos, como la lanolina, la cera de abejas, la elastina y la cochinilla y se cambian las brochas de pelo animal por las de pelo sintético. En cuanto a la moda, cada vez más marcas se posicionan contra el uso de materiales como las pieles, el cuero, la lana y la seda, y buscan alternativas más respetuosas con los animales, como el lino, el cáñamo, la seda de soja, etc. Cada vez se invierte más en la creación de nuevas fibras de alta calidad, fabricadas a partir de plantas. Algunos ejemplos son el piñatex, un material hecho a partir de las fibras de las hojas de la piña, o el muskin, conocida como la piel vegana y hecha con hongos.
Otra de las señales del creciente interés por llevar una vida más respetuosa con el medio ambiente y con los animales es la llegada a España de la VeggieWorld, la feria del estilo de vida vegano más grande y antigua de Europa. Este evento es uno de los primeros proyectos de ProVeg, una nueva organización internacional provegana para la conciencia alimentaria cuya misión es reducir el consumo de animales en un 50% hasta el año 2040. En la VeggieWorld, que se celebra el 1 y 2 de abril en La Cúpula, parte superior del centro comercial Arenas de Barcelona, los visitantes podrán descubrir multitud de productos e innovaciones en las áreas de alimentación, moda y cosmética, así como asistir a actividades, showcookings y charlas sobre diversos temas relacionados con el veganismo y los derechos de los animales.
Visitar la VeggieWorld, independientemente del estilo de vida o de alimentación que uno lleve, es una fantástica oportunidad de dar un paso hacia un consumo responsable. Un consumo que ayude a crear un mundo más sostenible para los animales, las personas y el planeta. ¿Te animas?
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