En barco hasta la suite: exigencias de un huésped exigente

A veces, el hotel, puede ser el destino. El placer de viajar a una ciudad aumenta si la atención del establecimiento que nos aloja es personalizada, si los servicios de bienestar o el spa resultan sobresalientes, las vistas desde nuestra habitación son casi infinitas o el restaurante del hotel lleva la firma de algún chef con estrella Michelin. El último informe del Observatorio del Mercado Premium del IE Business School, Premium Travel Barometer 2016, hablaba de la importancia de la experiencia del cliente dentro de un hotel: “Más que en otros mercados, los proveedores de estos viajes necesitan crear experiencias memorables con un alto grado de personalización”. Cualidades que cumple con creces el portfolio de 30 marcas hoteleras de Marriott International./

Check in desde un barco

El hotel JW Marriott Venice Resort & Spa ofrece la posibilidad de conocer la ciudad de Venecia de una manera distinta. Ubicado en una isla privada –Isola delle Rose– se accede hasta su hall  a través del agua y, una vez dentro, encuentras los mejores tratamientos de wellness, rutas en bici por la isla y una piscina infinita de 360 grados con vistas al skyline veneciano. El establecimiento es fiel ejemplo de lo que Marriott Hoteles denomina #MomentosMarriott, la experiencia de hacer algo genuino y único en la ciudad de los canales. “La palabra más empleada en los hoteles de lujo ahora es la experiencia; eso es lo que busca el consumidor, anteponiendo la vivencia incluso a la compra de productos materiales”, cuenta Ana Franco, periodista experta en lujo y fundadora de Deluxes. El JW Marriott Venice Resort & Spa posee también villas privadas para alojarse en familia, cursos de cocina de la Sapori Cooking Academy e, incluso, una galería de arte comisariada por la Fondazione Mazzoleni.

Goco Spa Venice markel redondo

Alta gastronomía con estrella

El restaurante de hotel se ha convertido ya en una categoría en sí misma en guías de viajes como Time Out o Eater, que llevan años con esta clasificación en sus búsquedas y lanzando su propios rankings de Mejores Restaurantes de Hotel. Son muchos los destinos que acogen propuestas interesantes para descubrir la gastronomía local o internacional a unos pasos de nuestra habitación. Existen establecimientos como el London Marriott Hotel Park Lane que incluye en su oferta un prestigioso restaurante de cocina británica contemporánea, Lanes of London, con producto de temporada, para sentirse como un vecino más de Mayfair, el barrio donde nació la reina Isabel II. En esta línea también se encuentra el citado hotel JW Marriott Venice Resort & Spa, de Venecia, con el restaurante Dopolavoro del chef veronés, Giancarlo Perbellini. Consiguió su primera estrella Michelin tan solo seis meses después de abrir en 2015, y ofrece una alta gastronomía italiana, con vistas a la plaza de San Marcos, otra experiencia para señalar como #MomentosMarriott.

London Marriott Hotel Park Lane markel redondo

Un spa con vistas infinitas

Llevar las zapatillas de deporte en la maleta de viaje ya es tan imprescindible como el cepillo de dientes. Y contar con un gimnasio abierto las 24 horas en el hotel donde te alojas, permite mantener el buen estado físico con el que llegaste. Lo mismo ocurre con los spa y zonas wellness de un hotel para vivir también #MomentosMarriott. Cada vez más huéspedes aprovechan para vivir la experiencia de un masaje en su propia habitación. Hay hoteles como el W Barcelona que alojan uno de los mejores gimnasios de hotel de España, con entrenadores personales, club de running propio y vistas  al Mediterráneo. También acoge el primer Bliss Spa de nuestro país, con 700 metros cuadrados de tratamientos vanguardistas de belleza, siempre con música blues de fondo. “Cada vez más los spa de los hoteles se centran en la mente y funcionan como retiros para el descanso total del cliente”, cuenta la experta en lujo, Ana Franco.

W Barcelona. markel redondo

Las vistas son la experiencia

Los tejados y las azoteas de los hoteles se han abierto al huésped. Así nos encontramos con nuevas zonas donde vivir las ciudades de una manera distinta. Terrazas  de 360 grados con restaurantes, coctelerías para ver el atardecer o piscinas con el cielo como techo que sobrevuelan por skylines privilegiados. Hoy, si un hotel no se abre a las nubes, resta experiencia al huésped. Eso lo saben bien en Renaissance Paris Republique Hotel con grandes ventanales y terrazas en cada habitación y una suite skyline con vistas a Montmartre. Pero, este hotel, además, ha sabido sacar partido a sus vistas con su contemporáneo restaurante, Origin, y su popular bar con dos grandes terrazas, desde las que se ve la Basílica del Sacré Coeur y algunos de los mejores estilismos de París. No sorprende, por tanto, que cuando se llega a este hotel, muchos clientes cuelguen en las redes sociales aquello de #MomentosMarriott.

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Desayunos eternos

La experiencia clave de un hotel, a veces, se produce justo a primera hora de la mañana, cuando el huésped baja a degustar el desayuno. Bufé internacional o platos servidos bajo carta, definen y enganchan tanto como las sábanas blancas de hilo donde has dormido. Hay establecimientos que, además, ofrecen un punto extra al huésped, como el Paris Marriott Opera Ambassador Hotel que ofrece como complemento una terraza con vistas a la torre Eiffel. Un claro ejemplo de #MomentosMarriott, esta vez con platos de la cocina del 16 Haussmann, un restaurante francés con una carta interesante. También hay detalles que marcan la diferencia, como ocurre en el MOXY Berlin Ostbahnhof Hotel, donde un barista (experto en café) te recibe cada mañana en el área de desayunos para ofrecer al huésped un capuchino excelente cuyo aroma embriaga desde el vestíbulo. Esos pequeños detalles provocan que la experiencia sea nueva e inolvidable, una oportunidad diferente de disfrutar la ciudad.

Opera Ambassador y Berlin Ostbahnhof Hotel. markel redondo