Regreso al bosque

LOS ESTEREOTIPOS existen, sí, pero ¿quién puede negar que la Navidad nos pone nostálgicos, nos hace añorar a los seres queridos y nos recuerda las luces, el árbol y los regalos de nuestra infancia? Por eso este año la apuesta para vestir de fiesta la casa es volver a los orígenes: adentrarnos en el bosque al que alguna vez hemos ido a recoger piñas y ramas, pasear por el monte para encontrar inspiración en elementos naturales y, después de divertirnos con los preparativos, llegar a casa y empezar a imaginar cómo podemos combinar todos esos elementos naturales con plantas, frutas, adornos que hemos ido acumulando y otros nuevos que se incorporan a la celebración por primera vez.

Para inspirarnos hemos contado con un equipo especializado en transformar y crear espacios. Por un lado, el estudio de arquitectura Ábaton, cuyos proyectos abogan por un estilo de viviendas modernas pero artesanales en las que aprovechar la luz y el espacio. Abrirse a la naturaleza cuando el lugar lo permite y preocuparse por la eficiencia energética forman parte de su filosofía. La sede de su estudio madrileño fue el escenario en el que Natalia y Lola Fernández, fundadoras de la empresa Wedding Planners, volcaron su magia. Estas dos hermanas llevan más de 13 años convirtiendo en realidad los sueños de particulares y empresas. Empezaron personalizando la boda de unos amigos con mínimos recursos, mucha confianza y más imaginación; ahora son ya auténticas especialistas en convertir eventos de todo tipo, privados o de empresas, en una fiesta para los sentidos.

Su propuesta para esta Navidad es que volvamos a imaginar que somos niños. Velas, plantas, ramas, piñas, troncos, granadas… son la base de este escenario que, de la entrada a la mesa, pasando por la cocina o la terraza, va inundando el ambiente de esta vivienda. Puede ser un simple centro, un árbol con sabor a refugio de montaña, unas coronas de Navidad combinadas con guirnaldas de luces o un desayuno en la cocina acompañado de galletas de limón y luminosos adornos. Esta decoración es un gran escaparate de ideas, una invitación a que cada cual lo adapte a su casa y a que lo combine con sus propios recuerdos. Se trata de volver a jugar y disfrutar con los preparativos, porque en esta vivienda, ya preparada para el encuentro y la charla, hasta la banqueta del abuelo puede encontrar su rincón.