El león y el unicornio
CON EL principio de que es mejor observar que intervenir, la familia Laughton, viñateros en Jasper Hill, nos muestra un camino distinto. El león y el unicornio de la etiqueta son los símbolos de Inglaterra y de Escocia, pero también representan el hilo que une lo mítico con lo real a través de la garnacha: aquello que se ve en el viñedo y en la uva acompaña a lo que no se ve pero se percibe. Todo llega a la copa tras 12 años: esencia balsámica, caramelo de eucalipto, regaliz rojo y coulis de frambuesa. El Cornella Vineyard 2004 es un vino ancho como el Amazonas y fecundo como las crecidas del Nilo. Terciopelo rojo, de tacto sedoso, fresco y amable. Helado de violeta. Zalamero, enamora con apenas una mirada. Infusión de tomillo, laurel seco y confitura de tomate. Pimienta negra. Es la alegría de la fruta entera (frambuesas y zarzamoras) conservada en la botella: cae en la copa y se la zampa uno mientras bebe.
Jasper Hill, Cornella Vineyard, Grenache 2004
Ficha técnica
– De la zona de Heathcote (100 kilómetros al norte de Melbourne), con 14,5% de alcohol. Jasper Hill trabaja con la mínima intervención en campo y bodega para poder ofrecer un tesoro al alcance de pocos: garnachas plantadas en el suelo sin la ayuda de injertos americanos que eviten la filoxera. Fruta en pureza. Precio: 50 euros aproximadamente.
Sensaciones
– La íntima conexión entre el viñatero y su suelo vivo se bebe y se siente en el vértigo y la emoción que produce una fruta roja hecha vino como esta: pureza y energía, luz y sabiduría, esfericidad y volumen. Autenticidad.
A través del cristal
– Candelabros de Alfons & Damián. Decantador y copa para burdeos de Spiegelau.
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