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RED DE EXPERTOS
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Ciudades sostenibles, si no es ahora ¿cuándo?

Es necesario el compromiso de los gobiernos locales, nacionales y los ciudadanos para lograr los Objetivos de Desarrollo

Barranco, el distrito artístico de Lima, Perú.
Barranco, el distrito artístico de Lima, Perú. Dominic Chavez (Banco Mundial)
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Por primera vez en la historia, más de la mitad de la población mundial vive en zonas urbanas. Y América Latina y el Caribe, con un 80% de la población residiendo en ciudades grandes, intermedias y pequeñas, siempre aparece como ejemplo de la región más urbanizada del mundo. Este proceso de urbanización supone, a la vez, una gran oportunidad y un gran desafío para un desarrollo humano sostenible.

Justamente es sobre estas oportunidades y desafíos de la urbanización que se debatirá durante la próxima Conferencia Mundial Habitat III en Quito, Ecuador. Esto sucederá justo un año después de la aprobación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, la cual incluye, por primera vez, un compromiso dedicado a las ciudades: el Objetivo de Desarrollo Sostenible 11, que apunta a lograr ciudades y asentamientos humanos inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles.

Las ciudades tienen un papel clave para lograr cumplir la nueva Agenda 2030. Por ejemplo, sin el liderazgo de las ciudades y los territorios es imposible lograr disminuir los niveles de pobreza, reducir las desigualdades o conseguir instituciones eficaces, responsables e inclusivas. En palabras más sencillas, si no se tiene en cuenta la dimensión local será más difícil terminar con esas dos caras de la ciudad, la informal y la formal, la segura y la insegura, la accesible para algunos e inaccesible para otros.

Sin el liderazgo de las ciudades y los territorios es imposible lograr disminuir los niveles de pobreza

Durante Habitat III, los Estados Miembros aprobarán la Nueva Agenda Urbana (NUA), la cual se ha ido construyendo a lo largo de varios meses. Dicha Agenda será una carta de navegación que orientará los esfuerzos en materia de desarrollo sostenible de las ciudades y territorios durante los próximos 20 años. Al igual que los Objetivos de Desarrollo Sostenible, incluirá diferentes niveles de participación y diversos actores: estados, líderes urbanos y territoriales, sociedad civil, sector privado –desde las grandes empresas hasta las asociaciones de productores, comerciantes-, academia y organismos multilaterales, incluyendo el Sistema de las Naciones Unidas.

Ambas, la Agenda 2030 y la Nueva Agenda Urbana, supondrán una guía y una oportunidad para que a nivel regional y territorial los países superen los retos apuntados por el nuevo Informe de Desarrollo Humano Regional del PNUD 2016 para América Latina y para el Caribe. Es necesario contar con políticas e instrumentos efectivos para confrontar exclusiones, inseguridad, discriminaciones y desigualdades históricas e ir más allá de la búsqueda del crecimiento económico para seguir reduciendo la pobreza y la desigualdad. Es una oportunidad para repensar la gobernanza del futuro con un mayor liderazgo de las ciudades, reconociendo que las urbes requieren un tratamiento específico que nos incumbe a todos. La implementación de las agendas globales a nivel local, conocida como Localización de los ODS, pasa por tomar decisiones políticas y técnicas junto con los esfuerzos de los habitantes para rediseñar las formas en cómo nos relacionamos, consumimos y trabajamos. Pasa por reinventar, en muchos casos, las mismas ciudades.

Siendo la seguridad ciudadana una de las principales preocupaciones de la población latinoamericana, que afecta de manera particular a las mujeres y las niñas, la prevención de la violencia y la promoción de espacios seguros se encuentran dentro de los retos urbanos más acuciantes.

Es necesario contar con políticas e instrumentos efectivos para confrontar exclusiones, inseguridad, discriminaciones y desigualdades históricas e ir más allá de la búsqueda del crecimiento económico

En base a la experiencia del PNUD en la región, queda demostrada la importancia de incorporar a la gestión pública, la prevención y atención de la violencia a nivel local. En Vitória, históricamente la capital estatal más violenta de Brasil, se logró una notable reducción de los homicidios a través de medidas localizadas de recuperación de espacios urbanos y fortalecimiento del tejido comunitario. En El Salvador, las restricciones de la portación de armas de fuego en espacios públicos redujo un 21% los homicidios registrados.

Asimismo, mientras las ciudades simbolizan el poder económico y el aumento de la clase media, son también el hogar de concentraciones significativas de personas pobres y marginadas. Debemos promover el espíritu empresarial y la generación de oportunidades de empleo y creación de capacidades para asegurar el crecimiento inclusivo de la población. En países como Bolivia, El Salvador y Uruguay, promovemos el desarrollo económico local para impulsar alianzas público-privadas y mejorar las capacidades de las MiPyMES y asociaciones de productores en centros urbanos. En Ecuador, apoyamos a productores que han sido afectados por el terremoto para ayudarlos a generar ingresos y mejorar su producción.

La prevención de la violencia y la promoción de espacios seguros se encuentran dentro de los retos urbanos más acuciantes

La gestión de riesgos de desastres es también una prioridad en la región latinoamericana, la cual ha incrementado sus niveles de vulnerabilidad a partir de la expansión de sus ciudades sin una adecuada planificación y control de las edificaciones, especialmente en los sectores de crecimiento informal. Los desastres naturales y los efectos del cambio climático intensifican este nivel de riesgo. Como hemos visto recientemente, ciudades y pueblos ubicados en zonas costeras están expuestos a tifones, tormentas, inundaciones y desplazamientos de tierra. Y la región también ha sufrido el impacto de las sequías y terremotos. La inclusión de la gestión de riesgos en la planificación urbana es crucial para evitar pérdidas de vidas humanas, daños materiales y retrocesos significativos en el progreso alcanzado.

Para un desarrollo urbano efectivo es clave un enfoque multidimensional del desarrollo, abordando diferentes aspectos con el fin de garantizar el crecimiento sostenible y resiliente de las ciudades, teniendo en cuenta las necesidades de un número cada vez mayor de pobres urbanos. Sostenibilidad, inclusión y resiliencia urbana son los principios rectores de nuestra estrategia que se lanzará este mes en Quito.

Ya son muchas voces las que hablan de que la batalla por el desarrollo sostenible se ganará o perderá en las ciudades. Si las ciudades se consideran tanto la solución como las causas de los problemas de desarrollo humano, es necesario el compromiso de los gobiernos locales, nacionales y de todos los ciudadanos para seguir acompañando los esfuerzos hacia el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la implementación de la Nueva Agenda Urbana.

Jessica Faieta es subsecretaria general de la ONU y directora regional del PNUD para América Latina y el Caribe.

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